El futbolista Hugo Mallo se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona el próximo 11 de julio como presunto autor de un delito de abuso sexual hacia una de las mascotas del RCD Espanyol.
Los hechos habrían sucedido el 24 de abril de 2019 en el campo del Espanyol, en Cornellà de Llobregat (Barcelona), donde se disputaba un partido entre el Celta, equipo en el que jugaba Mallo, y el equipo local.
Ella asegura que le tocó los pechos
En los instantes previos a que empezara el partido los jugadores saltaron al césped y saludaron a las mascotas del RCD Espanyol, un hombre y una mujer disfrazados de “periquitos”. Ella sostiene que cuando Mallo se acercó, en lugar de estrecharle la mano la introdujo bajo la ropa y le hizo tocamientos en los pechos.
La joven presentó una denuncia por estos hechos ante los Mossos d’Esquadra y la investigación acabó en los tribunales. Primero recaló en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cornellà de Llobregat, que archivó la causa al no ver indicios del presunto abuso. Sin embargo, la defensa de la víctima presentó un recurso y la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona decidió reabrir la causa.
Su agente lo niega
La jueza sostiene que, tras revisar las imágenes, "aunque parece que se produce de forma rápida, dura más que el resto de los saludos efectuados con anterioridad a la mascota, por lo que sí apreciamos que algo ocurre con la mascota y el jugador". La acusación particular y la fiscalía de Barcelona piden 24 meses de multa para el futbolista
Por su parte, el agente de Mallo, el exfutbolista Quique de Lucas, ha negado las acusaciones de abuso. “Negamos categóricamente los hechos denunciados, lo que ya se puso de manifestó ante el Juzgado que los investigó, exigiendo un absoluto respeto a la presunción de inocencia”, señala en un comunicado difundido a través de sus redes sociales.