La fiscalía pide que el juicio de Alves se celebre a puerta cerrada para proteger a la víctima

Los medios de comunicación podrían quedarse fuera del juicio más esperado del año si la Audiencia Provincial de Barcelona acepta la petición de la fiscalía de celebrar a puerta cerrada la vista oral en la que se enjuicia al exjugador del FC Barcelona Dani Alves como presunto autor de un delito de agresión sexual.

El Ministerio Público ha solicitado que en el juicio, que arranca el próximo lunes 5 de febrero y se alargará hasta el miércoles, sólo estén presentes la fiscalía, el tribunal, el letrado de Administración de justicia, la acusación y la defensa. De esta forma, pretende evitar que se filtre cualquier detalle que pueda identificar a la denunciante.

Evitar que alguien reconozca a la víctima

Así lo ha avanzado El Periódico, que señala que a la fiscalía no le parece suficiente con distorsionar la imagen y la voz de la víctima, sino que pretende evitar que los medios puedan hacerse eco de cualquier tipo de información personal. En su petición, el Ministerio Público esgrime que se trata de una medida "indispensable" para proteger su derecho a la intimidad. 

Cabe destacar que desde el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ya se había acordado que los medios de comunicación no accederían a la Sala de vistas, además de por una cuestión de aforo, para evitar que los periodistas pudiesen descubrir la identidad de la víctima. De hecho, este mismo lunes se comunicó a la prensa que se habilitarían varias salas para seguir la comparecencia de las partes a través de pantallas. 

Asimismo, el TSJC especificó que la señal institucional facilitada para que los periodistas puedan seguir el juicio no podría utilizarse para publicar imágenes o audio. Además, al contrario de lo que es habitual en este tipo de juicios, se informó de que los redactores tendrían que seguir la vista in situ, dado que la señal sólo se emitirá en el Palacio de Justicia, pero no a través de la plataforma online que suele habilitarse. 

La fiscalía pide nueve años

Dani Alves, que se encuentra en prisión provisional desde el 20 de enero de 2023, se sentará en el banquillo de los acusados el próximo lunes, cuando está previsto que preste declaración por unos hechos acaecidos el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona. 

La fiscalía, que pide nueve años de prisión para él, sostiene que Alves llevó a la chica hasta un "pequeño aseo" de la discoteca Sutton y que ella no tuvo capacidad de reaccionar al quedar "impresionada" por la "actitud violenta" del futbolista.

En su escrito, sostiene que el brasileño la obligó a mantener relaciones sexuales. "Le tiró del pelo, le hizo caer al suelo de rodillas, tratando de obligarle a practicar una felación y propinándole varias bofetadas en la cara mientras le obligaba a que dijera 'soy tu putita'". Finalmente, añade, "la penetró vaginalmente hasta eyacular dentro de ella, sin usar preservativo y sin su consentimiento". 

Una medida excepcional

Por su parte, la acusación particular, que ejerce la letrada Ester García, solicita 12 años de prisión y 150.000 euros de indemnización por los daños psicológicos causados a la denunciante. Esta parte también se ha sumado a la petición de que el juicio se celebre íntegramente a puerta cerrada, una medida a la que la defensa del futbolista no se ha opuesto. 

Los casos de juicios a puerta cerrada son contados en la Audiencia de Barcelona, que solo acuerda esa medida excepcional cuando las víctimas son menores de edad o vulnerables.

La madre de Alves desveló su identidad

Cabe destacar que la madre del futbolista, Lucía Alves, desveló el nombre de la víctima y publicó fotografías y vídeos suyos en su perfil de Instagram. En las imágenes la joven aparecía junto a sus amigos divirtiéndose, en una actitud normal en una persona de su edad. Sin embargo, la madre del procesado insinuó que la chica buscaba fama y dinero, pese a que rechazó llegar a un acuerdo con la defensa del brasileño que incluía una gran cantidad de dinero. 

Hasta ese momento la identidad de la joven era desconocida y, aunque los medios de comunicación no recogieron la información publicada por Lucía Alves, la fiscalía anunció que haría todo lo que estuviese en su mano para protegerla.