La exdirectora de la polémica residencia de Tremp (Lleida) donde murieron 64 ancianos por un brote de covid en 2020, ha negado cualquier responsabilidad en la crisis sanitaria vivida en el centro y ha culpado a las monjas que se encargaban de la atención higiénico-sanitaria.
La acusada, que está investigada por homicidio imprudente y por un delito contra los trabajadores, ha afirmado que todo estaba en orden y ha señalado al personal sanitario, concretamente a las religiosas que atendían a los mayores.
Acusa a la policía de mentir
La residencia tuvo que ser intervenida por la Generalitat durante la segunda ola de la pandemia, a finales de 2020, tras un brote de covid donde murieron 64 de los 142 residentes, y que supuso que se infectara un tercio de la plantilla.
La exresponsable ha insistido en que todo estaba en orden, que el geriátrico funcionaba correctamente y que los Mossos d'Esquadra "mintieron" en su investigación, en la que detectaron múltiples irregularidades.
Alude responsabilidades
Además, ha indicado que ella es trabajadora social y que, en todo caso, de cualquier deficiencia sanitaria son responsables los sanitarios. También ha comparecido ante el juez, aunque por videoconferencia, la monja que entonces era responsable higiénico-sanitaria de la residencia, que se ha acogido a su derecho a no declarar.
El caso de la residencia de Tremp fue uno de los más sonados durante la pandemia. Según la fiscalía --que denunció--, los responsables del asilo se negaron a tomar medidas de precaución, lo que costó la vita a la mitad de los residentes. En poco más de un mes, del 22 de noviembre al 25 de diciembre, fallecieron 64 personas internadas.