La defensa de Giovanny B., acusado de matar a golpes a Josep Maria Sotomayor, copropietario del bar People Lounge, ubicado en el Gaixample de Barcelona, ha pedido su libre absolución tras argumentar que padece problemas psiquiátricos y que la víctima lo forzó a realizar una práctica sexual no consensuada que desató su ira.
En el escrito de calificación leído este lunes en la Audiencia Provincial de Barcelona, durante la primera sesión del juicio, el letrado del acusado, Santos Miguel Carbonell, ha expresado que en el momento de los hechos Giovanny B. padecía múltiples patologías que afectaban a su capacidad volitiva. Entre ellas, epilepsia, antecedentes psicóticos y delirantes y una intervención de cráneo tras serle diagnosticado un tumor cerebral. Además, ha destacado que, antes del brutal crimen, acumuló hasta 11 visitas a urgencias psiquiátricas por episodios de psicosis.
Una agresión previa
Carbonell ha expuesto frente al jurado popular que la madrugada en la que se produjo el crimen que sacudió la zona gay friendly de Barcelona, el 29 de octubre de 2020, su cliente había consumido “grandes cantidades de alcohol y drogas que anularon sus capacidades cognitivas y volitivas”. De hecho, ha añadido, cuando los Mossos d’Esquadra lo localizaron agazapado en la puerta del parking de la víctima, por donde intentó huir con la ropa ensangrentada, “no se podía mantener en pie”, estaba alterado y dio respuestas “incoherentes” a las preguntas formuladas por los agentes.
Aunque el presunto asesino todavía no ha roto su silencio -declarará el martes por primera vez, pues en fase de instrucción se negó a hablar- Carbonell sostiene que Sotomayor le propuso mantener sexo a cambio de dinero, un extremo que rechazó. Ante su negativa, alega la defensa, el fallecido lo habría forzado a realizar una práctica sexual no consensuada, lo que provocó un forcejeo entre ambos.
La defensa ha subrayado que, cuando Giovanny B. fue trasladado a un centro médico por las lesiones que presentaba, entre ellas una en la mano que precisó de varios puntos de sutura, pidió que se le suministrara su medicación ansiolítica. Una muestra más del estado mental en el que se encontraba y que tratará de demostrar con la comparecencia de varios peritos.
Pide su libre absolución
“No es autor mi defendido porque sus capacidades estaban completamente anuladas”, ha reiterado la defensa, que ha resaltado que su cliente no sólo padece patologías psiquiátricas graves sino que, además, había consumido alcohol y drogas. Por todo ello ha solicitado frente al jurado popular que no se le imponga ninguna pena de prisión e insiste en que tampoco puede derivarse de sus actos ninguna responsabilidad civil.
También ha pedido que se tenga en cuenta que Giovanny B. colaboró durante la investigación, aportando voluntariamente su ADN para cotejarlo con el hallado en los indicios recogidos en el escenario del crimen y que facilitó el código de desbloqueo de su móvil para que su contenido pudiese ser analizado.
La acusación pide 27 años
Por su parte, el abogado de la acusación particular, Ignacio Coneminas, que representa al marido de la víctima, ha solicitado 27 años de prisión para el presunto asesino, nueve meses más que el Ministerio Fiscal, que solicita 26 años y tres meses.
Insiste en que el acusado, que durante la tarde del 27 de octubre acudió al bar que regentaba Sotomayor para hacer una entrevista de trabajo, fue quien atacó sorpresivamente a la víctima, que no pudo defenderse por encontrarse desnuda y bajo los efectos del alcohol. Sostiene que, usando objetos que encontró en la casa que el fallecido compartía con su marido, le ocasionó lesiones en la cabeza, cuello, tronco, extremidades superiores e inferiores, causándole hemorragias internas y externas con aspiración de sangre, lo que le causó la muerte.
Lo mató y le robó
Además de acabar con su vida de forma atroz, le robó dos frascos de perfume, un iPod, una caja de medicinas, una tarjeta de crédito y un teléfono móvil y se escondió en el parking. Fue en la puerta del mismo, cuando trataba de huir, donde los Mossos d’Esquadra lo localizaron con la ropa y los zapatos cubiertos de sangre de la víctima.
Por todo ello pide que se le impongan 22 años de prisión por asesinato con alevosía, la misma pena que ha pedido el Ministerio Público, y cinco más por robo en casa habitada, nueve meses más de lo que solicita la acusación pública.
También solicita que el acusado no pueda acercarse al marido de la víctima, que fue quien encontró el cadáver, ni comunicarse con él por ningún medio durante más de dos años de la pena impuesta. Asimismo, insta a que lo indemnice con 150.000 euros en concepto de daños morales.