Este jueves la notaria de don Manuel Piquer Belloch de Barcelona ha sido escenario de la millonaria subasta de la escultura Femme en Flammes de Salvador Dalí, la única pieza del artista catalán expuesta en el Moco Museum de la ciudad.
Hasta el Estudio Notarial, emplazado en el número 264 de la calle Mallorca, a escasos pasos del paseo de Gràcia, se han acercado marchantes de arte, galeristas e intermediarios interesados en la pieza, que se han mimetizado discretamente con los clientes habituales de la notaría.
“Quedará desierta”
El reconocido despacho ha blindado la entrada a la sala en la que se ha celebrado la puja, pese a que estaba previsto que fuese pública, para preservar las identidades tanto del acreedor como del deudor, pues la pieza fue puesta como garantía en un negocio entre dos partes. "La subasta no será como en las películas, posiblemente quedará desierta y la obra pasará a manos del acreedor, cuya identidad no se puede conocer, pues el protocolo notarial es secreto", se han justificado desde la oficina.
Mientras el personal notarial intentaba mantener el concurso en la más absoluta discreción, una famosa exgalerista de la Ciudad Condal se ha acercado al mostrador para interesarse por la escultura. “¿Es aquí la subasta?”, ha preguntado con estridencia antes de desaparecer junto al notario en el interior de una de las salas del ostentoso edificio.
Un sobre con un millón
A los pocos minutos la mujer ha cruzado el porticón de la calle Mallorca con un semblante muy diferente al que había llegado momentos antes. La experta en arte, visiblemente indignada, ha telefoneado a su cliente, un coleccionista extranjero de obras del máximo representante del surrealismo, para trasladarle que se había quedado fuera de la puja. “Merde!”, respondía él al otro lado del teléfono al conocer que se le había escapado la colosal pieza de bronce.
El motivo de su retirada, ha explicado, han sido las condiciones impuestas por la notaría y que la experta en arte, con bagaje en subastas, ha calificado de “insólitas”. Según ha explicado a este medio, los requisitos eran presentarse con un sobre cerrado con la cantidad exacta del precio de salida, 1.019.500 euros, junto con el DNI.
“Me han pedido como condición para entrar en la sala un sobre con la cantidad de dinero, sin especificar si debía ser en efectivo o en un cheque”, algo que ha calificado de “inaudito”. La galerista ha acordado con su cliente retirarse del concurso. “Mejor, además es un armatoste”, arremetía contra la escultura, pese a que minutos antes se había definido como fiel admiradora de Dalí, al que llegó a conocer en Figueres.
La escultura como prenda
La galerista ha añadido que en el interior de la notaría había “cuatro gatos”. Según ella, media docena de postores esperaban sentados en una sala anodina a que comenzara la puja, que finalmente se ha hecho a puerta cerrada.
La subasta deriva de un pleito entre dos partes que hicieron una prenda sobre esta obra. Fuentes del sector subastero han precisado que en casos como el presente las piezas funcionan como “garantía de pago” de un préstamo o negocio común entre dos partes. “Uno de los socios pone como prenda, o garantía, una obra de valor. Si no puede hacer frente a su compromiso contractual, el artículo se subasta”.
Expuesta en el Moco Museum
La figura subastada es la tercera de una serie de ocho que el artista catalán creó en 1980 y que en la actualidad descansa en el Moco Museum. Además de ser la única que la galería de arte contemporáneo tiene en exposición del artista catalán, la estatua es, si cabe, todavía más especial porque aúna dos de las obsesiones de Dalí: el fuego, presente en muchas de sus obras, y la figura femenina, sin rostro, que aparece, esbelta, extendiéndose hacia el cielo.
En la estatua destacan varios cajones que sobresalen del pecho y de una de las piernas de la figura y que simbolizan el misterio que Dalí atribuía a las mujeres, mientras que las llamas representan la pasión. El excéntrico artista se inspiró en una de sus propias pinturas, de 1937, titulada The Burning Giraffe para realizar esta serie.
"No nos lo han comunicado"
Hace una semana la gerente de servicio del Moco Museum, Sofia McQueen, ha asegurado que desde la dirección no estaban al corriente de esta subasta. McQueen confirmaba que la pieza en cuestión es un préstamo de The Dalí Universe, entidad que el jueves pasado todavía no había comunicado “ni a la directora ni a la responsable de las exposiciones que se fuese a subastar”.
“No puede ser esta, no nos han dicho nada”, reiteraba con cierta incredulidad la duty manager, que se mostraba apenada con la idea de que el propietario -que no ha respondido a las preguntas de este medio- decidiese retirar esta icónica obra de la galería.