El próximo jueves, 21 de diciembre, en la notaría Estudi Notarial Mallorca 264 de Barcelona, tendrá lugar una subasta “excepcional” en la Ciudad Condal tanto por el precio de salida de la obra como por el atractivo de la pieza en cuestión.
Se trata de Femme en Flammes (Mujer en llamas), una escultura original de Salvador Dalí que en la actualidad pertenece a unos socios rusos. Lidia Salgus Volkova, en representación de la sociedad Ten Equs SL, y Georgy Korolev Novikov, según figura en el Boletín Oficial Autonómico, se desprenderán de la valiosa escultura (siempre y cuando la puja no quede desierta) a las puertas de la Navidad.
El precio de salida: un millón de euros
La figura subastada es la tercera de una serie de ocho que el artista catalán creó en 1980 y que parte de un precio de salida de 1.019.500 euros (a lo que habrá que sumar el 20% del montante final por los gastos derivados del procedimiento). La estatua es, si cabe, todavía más especial porque aúna dos de las obsesiones de Dalí: el fuego, presente en muchas de sus obras, y la figura femenina, sin rostro, que aparece, esbelta, extendiéndose hacia el cielo.
En la estatua, esculpida en bronce, destacan varios cajones que sobresalen del pecho y de una de las piernas de la figura y que simbolizan el misterio que Dalí atribuía a las mujeres, mientras que las llamas representan la pasión. El excéntrico artista se inspiró en una de sus propias pinturas, de 1937, titulada The Burning Giraffe para realizar esta serie.
La escultura, una prenda
Desde la notaría, sita en la calle Mallorca de Barcelona, han declinado ofrecer más detalles sobre los actuales propietarios, alegando que “el protocolo notarial es secreto”. Sin embargo, han precisado que es la primera vez que organizan una subasta, por lo que se estrenarán por todo lo alto.
Este caso concreto, añaden, “se trata de un pleito entre dos partes que hicieron una prenda sobre esta obra y que ahora se subasta, pero no es algo frecuente ni que forme parte de un protocolo sistemático del despacho”, matizan. “No es habitual en absoluto”, reiteran.
Fuentes del sector subastero aclaran que en casos como el presente las piezas funcionan como “garantía de pago” de un préstamo o negocio común entre dos partes. “Uno de los socios pone como prenda, o garantía, una obra de valor. Si no puede hacer frente a su compromiso contractual, el artículo se subasta”. Así es como la Femme en Flammes de Dalí acabará presidiendo la semana que viene la notaría de don Manuel Piquer Belloch.
Operación excepcional
Alberto Durán, de Durán Arte y Subastas, negocio de renombre en el sector emplazado en el acomodado barrio de Salamanca de Madrid, precisa que se trata de una operación excepcional tanto por el tipo de pieza como por el precio de partida de la puja. De hecho, esta casa de subastas ha acogido algunas de las ventas de obras de arte más importantes del país, aunque sin alcanzar nunca esa cifra de salida.
En una subasta de arte contemporáneo que tuvo lugar en el mes de junio, recuerda el subastero, el plato fuerte fue Infinity Nets (1993), una obra de la artista japonesa Yayoi Kusama que partía de los 5.000 euros. La lámina de la segunda mujer viva más cotizada del mundo, sólo por detrás de la británica Jenny Saville, alcanzó finalmente los 300.000 euros, a lo que hubo que sumar un 23% por las gestiones. En definitivas cuentas, el mejor postor desembolsó casi 400.000 euros por hacerse con el codiciado cuadro. “Lo más habitual es que se acaben cerrando por precios que oscilan entre los 100.000 y los 200.000 euros”.
Marchantes, coleccionistas y museos
Desde Durán Arte y Subastas explican que entre el público que asiste a las pujas de tan alto nivel hay desde coleccionistas particulares hasta marchantes de arte, pasando por fundaciones o museos. “Es una subasta pública, está abierta a todo el mundo”, confirman también desde la notaría. Eso sí, si quieren llevársela, tendrán que presentar, al menos, 1.000 euros más que lo apostado por el rival anterior para poder optar a presentar una nueva oferta.
Preguntada al respecto, la Fundación Gala-Salvador Dalí, encargada de preservar y difundir el legado del artista y de gestionar los museos de Figueres y de la casa del matrimonio en Portlligat, no ha querido desvelar si presentará una oferta. “Aunque lo valorásemos no podríamos decirlo, porque jugaría en nuestra contra”, aseguran las fuentes.
Esculturas seriadas, pero únicas
Aun así, las mismas voces señalan que, aunque la fundación ha desembolsado grandes sumas de dinero para adquirir pinturas y una serie de joyas únicas del artista, “nunca compra escultura seriada”.
Esto no quiere decir que la estatua subastada la próxima semana en Barcelona carezca de interés pues, a pesar de que el artista hizo esculturas idénticas dentro de una misma serie, una vez terminadas las manipulaba hasta el punto de convertirlas en piezas únicas, como las de la serie Busto de mujer retrospectivo.
En este caso concreto dicen desconocer la fecha exacta en la que fue terminada, así como el estado en el que se encuentra. Tampoco tienen ubicadas a sus gemelas idénticas, a excepción de una que está expuesta en el Moco Museum de Barcelona.