Los ultranacionalistas catalanes más convencidos se organizan contra la doctora de Can Ruti acusada por unos pacientes de echarlos por dirigirse a ella en catalán y negarse a cambiar al castellano pese a la petición de la médico.
Cinco días después de estos hechos que están bajo investigación interna, la Intersindical ha anunciado movilizaciones, mientras el denunciante ha iniciado una campaña de captación de socios para la ultra Plataforma per la Llengua, la asociación que vela por la preservación del catalán y su imposición sobre el castellano con métodos como el espionaje de los niños en el recreo para ver en qué idioma se relacionan.
"Expediente disciplinario"
En este sentido, el sindicato independentista Intersindical es el último actor que se suma a las reacciones a la denuncia contra la doctora de Can Ruti, hecho que da por veraz y califica de nuevo caso de "discriminación lingüística".
Es por ello por lo que pide "una respuesta firme e inmediata" de Can Ruti que incluya "la apertura de un expediente disciplinario contra la doctora implicada y la implementación de medidas para prevenir incidencias similares". En caso contrario, la Intersindical convocará "movilizaciones para denunciar esta situación y para defender los derechos lingüísticos de la ciudadanía catalanohablante".
Captación de socios
Por su parte, el denunciante, J. M. C. P., alias Atxera, ha iniciado una campaña de captación de miembros para Plataforma per la Llengua (de la que es socio) para que esta entidad se encargue de todas las gestiones legales necesarias.
Asimismo, ofrece otras alternativas de financiación para la ONG del catalán, como "un donativo genérico" o aportar una cantidad "en concepto de asesoramiento legal para las víctimas de discriminaciones por cuestiones de lengua".
"Que la despidan"
Por otra parte, Atxera reconoce que no le "molestaría (al contrario) la imagen de la médico saliendo con una caja de cartón por la puerta de Can Ruti (preferiblemente porque la han despedido)", aunque prefiere "el compromiso de las instituciones de no contratar a nadie que no pueda/quiera atender en catalán".
En esta línea, sostiene que hay médicos que preguntan: "¿Usted quiere que lo salve o que le hable catalán?". "Ya somos unos cuantos que queremos el pan entero", prosigue Atxera.
Can Ruti: "No es tolerable"
Según este usuario, fue el pasado jueves cuando, tras horas de espera, una doctora de urgencias lo atendió a él y su mujer, E. F. L., y se dirigieron a ella en catalán. Sin embargo, siempre según esta versión, les "ordenó" que le hablasen en castellano porque no podía "garantizar la seguridad de la paciente" al no "tener la certeza de haber entendido bien". Al negarse a cambiar de idioma, los echó de la consulta a la espera de que algún catalanohablante pudiera prestarles ayuda.
Ante el revuelo, Atención al Usuario de Can Ruti llamó a esta pareja para recabar datos, aunque le manifestaron que, antes de nada, debían recoger la versión de la doctora. En este sentido, el hospital se limita a decir que "la situación que se explica en la queja recibida no es tolerable" y que, antes de "emprender las acciones necesarias", quieren conocer las dos versiones de los hechos.