La Copistería Low Cost, el último comercio marcado por los guardianes de las esencias del nacionalismo catalán por responder en castellano, se defiende. “El español es la lengua oficial del Estado”, responden desde este negocio sito en Zaragoza, aunque con algunos locales en Barcelona y otros puntos de España; más de 20 en total.
El señalamiento surgió a raíz de que una usuaria utilizara el servicio de whatsapp que ofrece la copistería (el mismo número para todo el país) para realizar una consulta en catalán.
La respuesta de atención al cliente, servicio que se presta desde la capital aragonesa, fue que la comunicación de la plataforma se realiza en castellano y que si podía enviar el mismo mensaje en la lengua de Cervantes. Ardió Troya.
El Código de consumo
Como escarmiento, ese mensaje de whatsapp comenzó a moverse por las redes sociales y en círculos nacionalistas, lo que derivó en un acoso a la mencionada copistería por medio de internet. “La copistería más miserable del mercado” fue uno de los comentarios más suaves que le dedicaron a Low Cost entre otros que la mandaban “a la mierda” y a “freír espárragos”, al tiempo que llamaban a denunciar a este negocio.
Muchos de estos usuarios contrariados hacían referencia al artículo 128-1 del Código de consumo de la Generalitat, que establece que “los consumidores, en sus relaciones de consumo, tienen derecho a ser atendidos oralmente y por escrito en la lengua oficial que escojan”, en catalán o en castellano, en “las empresas y establecimientos” que “desarrollan su actividad en Cataluña –aunque tengan los servicios organizativos desde fuera–”.
“Respeto por la diversidad lingüística”
Ahora, y preguntada por Crónica Global, la Copistería Low Cost se defiende y, para empezar, lamenta “cualquier confusión o malestar que esta situación haya causado”. Además, añade que la empresa “tiene un profundo respeto por la diversidad cultural y lingüística” de las comunidades y los clientes. Pero argumenta que la decisión de pedir el mensaje en castellano a esa usuaria “podría deberse a varios factores”.
El primero, que “el personal de atención al cliente puede tener limitaciones en cuanto a su competencia en ciertos idiomas”. El segundo, que este servicio se presta desde Zaragoza, por lo que “es comprensible que el idioma principal de comunicación sea el castellano”.
Aun así, aclara que también ofrecen atención en otros idiomas internacionales (inglés, italiano, francés y portugués), “además del castellano para satisfacer las necesidades de una clientela diversa y global”.
“El castellano, lengua oficial del país”
Para terminar, y tras aclarar que no tienen “afiliación con ningún grupo político, religioso o similar”, Low Cost echa mano del “apartado 1 del artículo 3 de la Constitución”, que dice que el castellano es “la lengua española oficial del Estado” y “todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla”, cuestión que establece “la primacía del castellano como lengua oficial del país”.