Las motocicletas y ciclomotores están involucrados en el 44% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales y heridos graves en Cataluña. Una cifra que contrasta con la baja presencia que tiene este tipo de vehículo en la movilidad: las motos tan solo representan un 2,3% del tráfico.
Así se desprende de la 22ª edición del estudio de evaluación de carreteras EuroRAP publicado el lunes 18 de diciembre, que también indica que los vehículos de dos ruedas sufren el 30% del total de los siniestros mortales.
Menos accidentes en 2023, pero más muertes de motoristas
El número de accidentes se ha reducido en los últimos tres años, según el informe, presentado por el presidente del RACC, Josep Mateu; el director del área de movilidad del club, Cristian Bardají; el director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Ramon Lamiel; el director general de Infraestructuras de Movilidad, David Prat; y el diputado delegado de Infraestructuras, Equipamiento y Patrimonio Arquitectónico de la Diputación, Marc Castells.
La reducción de siniestros es notable si se compara con los datos de 2019, cuando se registraban un 18% más. En cuanto a la fatídica cifra de víctimas mortales, 139 personas han muerto hasta el 30 de noviembre de este año en un total de 126 accidentes, lo que supone un 7% y un 7,5% menos que en el año anterior.
Sin embargo, aumentan los sinisestros que afectan a colectivos vulnerables; motoristas, peatones y ciclistas han sufrido casi la mitad (el 48%) del total, con un incremento más acusado entre los motoristas: 51 de las 139 víctimas mortales iban en moto, es decir, el 37%.
Asimismo, los encargados del estudio destacan que la mitad de los accidentes graves y mortales de moto se concentran en solo el 13,6% de los kilómetros (en 868 km, para ser exactos). En este sentido, los 10 tramos más peligrosos para este tipo de vehículos se concentran en la Región Metropolitana de Barcelona.
El Baix Llobregat acoge la carretera con más accidentes graves
El tramo que acumula más accidentes graves por kilómetro es la polémica continuación de la ronda Litoral a su paso por el Baix Llobregat, el entramado que enlaza la A-2 con la AP-2 y enlaza con la B-20, B-10 y C-32. En los últimos tres años, se han dado 11 accidentes graves y mortales en solo 6,6 km.
La radiografía global de las carreteras catalanas arroja que el 24% de la red presenta un riesgo "alto" y "muy alto" de accidente grave o mortal; por demarcaciones, Lleida acoge cerca de un tercio de ellas (un 28%).
A pesar de estas cifras, la peligrosidad del conjunto de las vías ha disminuido un 7,4% gracias a la reducción de los accidentes graves y mortales del 7%.
Las tres carreteras más peligrosas
En cuanto a las tres vías más peligrosas de Cataluña, la carretera con más riesgo de accidente grave o mortal de Cataluña en la BP-1417, conocida como la carretera de la Arrabassada, entre la capital catalana y Sant Cugat del Vallès. La segunda con más peligro es la B-502, entre Vilassar de Mar y Argentona, seguida de la BV-5001, entre Martorelles y Vilanova del Vallès.
La investigación la desarrolla el RACC junto a otros clubs europeos miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), y en Cataluña cuenta además con la colaboración del SCT, del departamento de Territorio de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona.