Los datos son para asustarse. Hay tres carreteras de toda Cataluña que concentran el mayor riesgo de sufrir accidentes. Siniestros entre grandes o mortales.
Estas tres vías coinciden en algo, todas ellas pertenecen a la provincia de Barcelona. Según el estudio de evaluación de carreteras EuroRAP, donde participa el RACC, estas carreteras son: la mítica carretera de La Arrabassada, la BP-1417, que repite desde hace años, la B-502 y la B-5001. Ellas encabezan la lista de las 10 más peligrosas de la comunidad.
Estudio del RACC
El estudio, que ahora llega a su 22 edición, lo han presentado este 18 de diciembre en Barcelona el presidente del RACC, Josep Mateu; el director del área de movilidad del club, Cristian Bardají; el director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Ramon Lamiel; el director general de Infraestructuras de Movilidad, David Prat; y el diputado delegado de Infraestructuras, Equipamiento y Patrimonio Arquitectónico de la Diputación, Marc Castells.
La investigación la desarrolla el RACC junto a otros clubs europeos miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), y en Cataluña cuenta además con la colaboración del SCT, del departamento de Territorio de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona.
Las tres carreteras más peligrosas
En cuanto a las tres vías más peligrosas de Cataluña, la carretera con más riesgo de accidente grave o mortal de Cataluña en la BP-1417, conocida como la carretera de la Arrabassada, entre la capital catalana y Sant Cugat del Vallès.
La segunda con más peligro es la B-502, entre Vilassar de Mar y Argentona, seguida de la BV-5001, entre Martorelles y Vilanova del Vallès. Los tres tramos señalados como los más peligrosos de Cataluña ya habían salido en el ránking de los 10 con más riesgo de accidente grave o mortal en Cataluña de la edición anterior.
Las más seguras
En el estudio de este año, el listado de 10 tramos considerados como los más peligrosos de Cataluña son todos vías convencionales de calzada única, como en los estudios pasados.
En cambio, la C-42, entre L'Aldea y Tortosa (Tarragona) es la carretera con menos riesgo de accidentes en Cataluña, puesto que, aunque cuenta con una elevada intensidad --más de 17.700 vehículos diarios--, no registra ningún accidente mortal o grave en el último trienio.
Las motos, en el foco
El estudio también refleja que las motos están involucradas en el 44 % de los accidentes graves con heridos o muertos, aunque tan solo representan el 2,3 % de toda la movilidad global en carretera en el periodo 2020-2022.
Los resultados también reflejan que en el trienio analizado los accidentes graves y mortales han disminuido un 7 %, mientras que la movilidad global ha aumentado ligeramente un 0,4 %. Estas variaciones han supuesto una disminución de la peligrosidad de un 7,4 % en el global de la red viaria analizada.
Pésima situación de las carreteras
Además, este estudio afirma que un 24 % de la red vial presenta un riesgo "alto" o "muy alto" de accidente grave o mortal, lo que representa un punto porcentual menos en comparación con el trienio anterior.
Por provincias, Lleida es la que tiene el porcentaje de kilómetros con riesgo "alto" y "muy alto" más elevado (28 %), mientras que las de Girona y Tarragona son las que cuentan con los resultados más bajos (21 %). En cuanto a Tarragona, es la única donde se incrementa el número de kilómetros con riesgo "alto" y "muy alto" (un 1 %).
Peligro para los camiones
Por otro lado, el tramo con más concentración de accidentes de vehículos pesados se sitúa en la AP-7, en el enlace de la C-60 y el enlace al Papiol, debido a la elevada siniestralidad de la vía en 2022, condicionada por el fin de los peajes.
Ramon Lamiel recuerda que este año 2023 también es de auditoría porque supone el cierre del plan de seguridad viaria de Cataluña, con una reducción de las víctimas mortales del 15,5 % respecto del año 2019 y de aproximadadmente el 6 % en comparación con 2022. "Quedan 15 días donde habrá mucha movilidad, en la que tenemos que prestar especial atención", ha añadido.