Revuelo en el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona) después de que, el viernes, se detectaran bacterias fecales en las manos de dos de los internos encargados de preparar la comida que se sirve en el comedor tanto a los reos como a los funcionarios y demás trabajadores.

Así lo han explicado a Crónica Global fuentes del entorno penitenciario, que han aclarado que los restos fecales se encontraron en las manos de los dos cocineros, pero no en los alimentos que éstos prepararon. Por eso, tras comprobar que la comida no estaba contaminada, el servicio se mantuvo con normalidad. 

Los internos, despedidos de la cantina

Las mismas voces confirman que, el domingo, desde la dirección se trasladó un mensaje de tranquilidad, insistiendo en que las bacterias detectadas, que se encuentran también en las heces, no estaban en la comida. Por eso, animaban al personal a volver a usar el servicio de comedor. 

Aun así, los dos encargados de preparar la comida, que se someten a analíticas periódicas, han sido despedidos de la cantina de la cárcel, en la que comen diariamente entre 750 y 1025 presos.

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