El periodista Saül Gordillo, a un paso de juicio por su segunda causa por agresión sexual

Una juez de Badalona (Barcelona) ha dejado al exdirector del digital Principal.cat Saül Gordillo a un paso de juicio por su segunda causa por una presunta agresión sexual a una extrabajadora tras una cena de Navidad con sus compañeros de dicho medio la noche del 1 diciembre de 2022.

En un auto, avanzado por El Periódico y al que ha tenido acceso EFE, la juez de Badalona procesa a Gordillo y da diez días a la Fiscalía y a la acusación particular para que presenten su escrito de acusación y soliciten la apertura de juicio oral o, de forma excepcional, la práctica de diligencias complementarias que consideren indispensables.

Segunda causa

En esta causa, la segunda por la que Gordillo ha quedado a un paso de ir a juicio, el exdirector de Principal.cat está acusado de haber agredido sexualmente en su propio vehículo, la noche del 1 de diciembre de 2022, a una periodista, que entonces trabajaba en el medio digital que dirigía, cuando ella se encontraba bajo los efectos del alcohol.

Gordillo, que en la fase de instrucción alegó que los actos fueron consentidos, se ofreció a llevar a la periodista en su coche a su casa en Badalona, ya que le venía de paso en su trayecto hacia la comarca el Maresme, donde reside, y supuestamente la agredió sexualmente en el interior del vehículo, cuando se acercaban al domicilio de la víctima, que le pidió que parara en su actitud, según el auto de la magistrada.

El pasado viernes, 17 de noviembre, el juzgado de instrucción número 6 de Barcelona ya dejó a Gordillo a un paso de juicio por otra presunta agresión sexual cometida esa misma noche a otra de sus trabajadoras.

En ese caso, una periodista presentó el 20 de diciembre de 2022 una denuncia contra Gordillo, al que acusaba de haberla agredido sexualmente en una discoteca de Barcelona en el contexto de la celebración con compañeros de trabajo de las fiestas de Navidad.

Según la denuncia, el entonces director de Principal.cat se acercó a la barra de la discoteca, donde se encontraba la periodista, para realizarle tocamientos, consiguiendo introducirle la mano por una pernera del pantalón con intención de llegar a los genitales.