Calafell tarda dos semanas en fulminar al cátering que intoxicó a niños de cuatro guarderías
Las familias estudian emprender acciones legales contra el consistorio y la empresa por mantener el mismo servicio de comedor sin esperar a conocer los resultados de los análisis
17 noviembre, 2023 19:44Noticias relacionadas
El Ayuntamiento de Calafell ha tardado dos semanas en fulminar al cátering Ágora Gavà, el presunto responsable de la intoxicación alimentaria de una cincuentena de niños de entre 0 y 3 años de cuatro guarderías municipales de la localidad. Los casos se produjeron en las escuelas infantiles El Petit Trenet, Els Terrossets, El Rasclet y El Petit Príncep.
Aunque en conversaciones con este medio el consistorio reconoció inicialmente que no se podía descartar ninguna hipótesis como causante de la intoxicación, tampoco la de la comida, mantuvo el mismo servicio de cátering. Lo hizo durante dos semanas, sin apartar a la empresa de forma preventiva como pedían algunas de las familias, a la espera de conocer los resultados de las muestras tomadas.
Finalmente, el viernes se han confirmado las sospechas de las familias. En un comunicado enviado a los tutores legales de los niños, la empresa municipal Cemssa, encargada de gestionar las escuelas infantiles de Calafell, reconoció que los análisis practicados por la Agencia de Protección de la Salud de Cataluña han revelado una contaminación en los alimentos servidos por el cátering Ágora Gavà. En concreto, se han encontrado aminas biógenas, unos compuestos nitrogenados que pueden producir alergias en humanos.
Compuestos presentes en procesos de putrefacción
Fuentes del consistorio han confirmado a Crónica Global que el compuesto orgánico se ha localizado en el pollo y en el puré de verduras que ingirieron los infantes, en concreto, en los calabacines que se utilizaron para elaborar la crema. Además, precisan que estas aminas suelen aparecer en procesos de putrefacción del pescado o en la fermentación de quesos y yogures. “Probablemente se trató de una contaminación cruzada en las cocinas de la empresa”, señalan, un hecho que todavía investiga la agencia.
Con este informe, el viernes el consistorio decidió “sustituir inmediatamente” a este cátering, al que ya ha abierto un expediente por “una falta grave”. Lo ha hecho tan solo un día después de enviar un comunicado a las familias en el que aseguraba que no tenía todavía “resultados concluyentes”, por lo que el servicio se mantenía. Ahora, las mismas voces explican que recibieron los resultados una hora después y que “se tomarán las medidas sancionadoras que correspondan, que podrían terminar incluso con la rescisión definitiva del contrato”.
Querían evitar “un embrollo legal”
Preguntado sobre la decisión de no apartar de forma preventiva a la empresa hasta conocer los resultados de los análisis, teniendo en cuenta que los menores manifestaron los síntomas cuando se les estaba dando de comer, desde el consistorio se defienden alegando que esta maniobra les habría costado “un embrollo legal monumental”. “Podría haber sido cualquier cosa, no teníamos la certeza como para sostener esa decisión”, se disculpan.
Aunque niegan que quieran quitar hierro al asunto, se escudan en que ningún niño resultó gravemente afectado y lo reducen a una reacción alérgica. “Al cabo de una hora ya estaban todos en sus casas con el alta hospitalaria”, sostienen.
Reducen los casos a 44
Sin embargo, las familias aseguran que los niños no solo manifestaron erupciones en las mejillas y en la boca durante la jornada siguiente, sino también, en varios casos, vómitos y diarreas que algunos de los afectados arrastraron durante días. Preguntado sobre este extremo el consistorio cambia la cifra de 51 intoxicados que ofreció inicialmente a 60 casos sospechosos.
No obstante, precisa que los afectados por la intoxicación fueron sólo 44 y los 16 casos restantes los atribuye a un brote vírico de gastroenteritis. Se basa en la encuesta que envió a los padres el día de los hechos, si bien reconoce que era “errónea”, pues la que remitió inicialmente a las familias hacía preguntas que no tenían relación con una intoxicación, sino con una gastroenteritis.
Las familias estudian acciones legales
Con este escenario, algunas de las familias de los niños afectados estudian emprender acciones legales contra el Ayuntamiento de Calafell, la empresa municipal Cemssa, encargada de la gestión de las guarderías, y el cátering. “Han jugado con la salud de los niños durante dos semanas”, denuncian.
Argumentan que si el caso de intoxicación hubiese sucedido en un restaurante, el local hubiese permanecido cerrado hasta conocerse los resultados de los análisis, una medida preventiva que no se ha tomado a pesar de que los afectados son niños de corta edad, algunos de ellos bebés. Por su parte, desde el consistorio alegan que “se cumplieron los protocolos desde el minuto cero”, que se avisó de inmediato a los tutores legales de los niños y que se conservaron muestras para su análisis.
“Falta de empatía y desamparo”
Los padres afean que se insinúe que algunos de ellos llevaron a los niños ya enfermos de gastroenteritis a la escuela basándose en los resultados de una encuesta “errónea”. “En 15 días no nos han llamado ni nos han convocado a ninguna reunión desde la dirección del centro”, se quejan. “Sentimos una absoluta falta de empatía y un desamparo por parte de las guarderías y el ayuntamiento”, prosiguen.
Sin embargo, desde el consistorio reiteran que, aunque “entienden la preocupación” de los padres, hicieron tres escritos a las familias y que respondieron a las consultas e instancias que plantearon. “Las directoras han atendido a los padres y les han dado información”, zanjan.