El Juzgado de lo Social número 2 de Girona ha otorgado la "incapacidad permanente en grado de absoluta" a un trabajador de 59 años por la bulimia que padece y pide a la Seguridad Social que le pague una pensión.
Inicialmente el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM) descartó la incapacidad permanente del trabajador, pero el bufete Vosseler Abogados presentó una demanda contra el ICAM y, ahora, una jueza ha reconocido que sufre una “enfermedad incapacitante”.
Incapacidad absoluta y pensión
La titular recoge en la sentencia, que todavía no es firme y puede ser recurrida al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que el hombre está impedido para realizar "trabajos que requieran un mínimo esfuerzo físico y psicológico". Por eso le ha concedido la incapacidad y el pago de una pensión “en cuantía del 100% de la base reguladora".
Ámbar Zambrano, letrada del trabajador, que aportó a la causa informes médicos del paciente, destaca que la medida se ha aplicado a “un hombre adulto, un colectivo poco habitual en este grave problema de la sociedad actual", ya que nueve de cada 10 casos relacionados con este tipo de trastornos alimentarios afectan a mujeres.
Depresión y deterioro cognitivo
En la sentencia también se recoge que, a causa de este trastorno, el hombre sufre una depresión, un deterioro cognitivo, ansiedad generalizada y otras afectaciones, por lo que ha recibido "varios tratamientos farmacológicos sin que se haya producido mejoría". Por eso, se le considera imposibilitado para llevar a cabo su oficio.