La Audiencia de Barcelona ha condenado a 23 años de prisión a Antoni S. F. (de 42 años), el vecino de Manresa (Barcelona) que asesinó a su expareja por asfixia al envolverla con papel film en abril del 2021. Además, deberá pagar a cada una de sus hijas una indemnización de 200.000 euros, pero le priva de la patria potestad y le prohíbe acercarse y comunicarse con ellas.
El pasado 15 de septiembre, el jurado popular declaró culpable por unanimidad al acusado al considerar probado que Antoni asesinó a su expareja Jordina. Ahora, la magistrada ha notificado la sentencia condenatoria contra él por ser autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con las agravantes de parentesco y de género.
La envolvió desde la cintura hasta la cabeza
Los hechos se remontan al 14 de abril del 2021 cuando, tras dejar a sus hijas en el colegio, Antoni se dirigió al domicilio familiar junto a su exmujer --él había dejado el hogar motu proprio meses atrás-- con la excusa de recoger unos documentos que necesitaba para hacer la declaración de la Renta y proponerle "un juego que había visto en un programa de televisión estadounidense" para volver a ganarse la confianza de Jordina.
Una vez en el piso, y aprovechando que ella estaba sentada en una silla, relajada, la atacó de forma sorpresiva, la inmovilizó en el asiento y la envolvió desde la cintura hasta la cabeza con papel film, dándole varias vueltas e impidiendo así que pudiera respirar, pues tenía tapadas la boca y la nariz.
Intentó suicidarse
Con este proceder, considera el tribunal, el asesino "pretendió no sólo que esta no pudiera respirar", sino "causarle un sufrimiento añadido e innecesario para lograr su muerte, por lenta agonía". La víctima falleció por insuficiencia respiratoria aguda derivada de sofocación. "Estaba perfectamente envuelta", recordaron los padres de la víctima en el juicio. No pudo defenderse.
Tras el crimen, Antoni S. F. salió del domicilio e intentó suicidarse, sin conseguirlo. Fue localizado en el interior de su vehículo, donde también se encontraron tres cartas manuscritas, un rollo de film, unas esposas, un cuchillo, un serrucho y cinta adhesiva. En los días previos, había buscado por internet formas en las que podía acabar con la vida de Jordina.
Hijas menores
Antoni S. F. y la víctima se casaron en 2009 y, fruto de esa relación, nacieron sus dos hijas, en 2012 y en 2016. Sin embargo, el vínculo matrimonial llegó a su fin por decisión del ahora condenado, y firmaron el divorcio en marzo del 2021, un mes antes del brutal crimen. No aceptó que Jordina iniciara una nueva relación sentimental.
Por todo ello, el tribunal le impone una pena de 23 años de cárcel, al tiempo que le priva de la patria potestad de sus dos hijas (que tienen 11 y 7 años), así como acercarse a ellas a menos de mil metros y comunicarse con ambas por cualquier medio por tiempo superior en 10 años a la pena de prisión impuesta. Deberá indemnizar a cada una con 200.000 euros.
Del mismo modo, tampoco puede acercarse a menos de mil metros a los padres de su expareja, ni comunicarse con ellos por tiempo superior en cinco años a la pena de prisión impuesta. Deberá indemnizar a cada uno con 70.000 euros. Y cuando salga de prisión lo hará en régimen de libertad vigilada durante una década.