Cámaras en los quirófanos para combatir las negligencias médicas
La asociación El Defensor del Paciente pide que se graben las intervenciones quirúrgicas como medio de prueba en los casos de mala 'praxis'
14 septiembre, 2023 23:30Noticias relacionadas
El Defensor del Paciente, la asociación que se encarga de prestar asesoría y apoyo a pacientes que hayan podido ver vulnerados sus derechos, recibió en 2022 13.611 denuncias por negligencias médicas, 455 más que en el año anterior. La entidad, que se muestra preocupada por este incremento, sugiere que tanto las cirugías como otro tipo de intervenciones médicas deberían ser grabadas como medio de prueba en los casos de mala praxis.
"Grabar una cirugía serviría para aportar luz en los casos de negligencia médica. Sería beneficioso tanto para el paciente, si su denuncia es justa, como para el médico si fuera infundada", asegura a este medio la presidenta de la asociación, Carmen Flores, que tiene previsto hacer llegar esta petición a las autoridades en cuanto se forme nuevo Gobierno.
Intrusismo laboral
En muchas ocasiones, las negligencias médicas ocurren en el contexto de intrusismo médico, que se da cuando una persona que no está capacitada, habilitada ni autorizada realiza un acto médico. Un problema que sigue siendo muy habitual en campos como la medicina y la cirugía estética. De las más de 13.000 denuncias recibidas por El Defensor del Paciente el año pasado, cerca de 300 estaban relacionadas con la estética.
Aunque la idea de habilitar cámaras en los quirófanos puede ser extensible a cualquier ámbito de la medicina, desde la propia asociación reconocen que muchas denuncias llegan de pacientes que sufrieron secuelas y resultados insatisfactorios durante una cirugía plástica, reparadora o estética. Tanto la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) como la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) reconocen que el intrusismo profesional va al alza tanto en Cataluña como en el conjunto del país.
Consentimiento informado
Es por ello por lo que desde la asociación que preside Flores insisten en que las grabaciones servirían como prueba irrefutable si ocurre una negligencia. "También nos graban en la vía pública o en los bancos por seguridad, o incluso en algunos quirófanos para uso docente. Si se hacen las cosas de manera correcta y siguiendo la ley, no tendría por qué perjudicar a nadie", apunta la presidenta.
Eso sí, remarca que "solo un juez podría visualizar esa grabación" en caso de presentarse una denuncia. Además, para no vulnerar la ley de Protección de Datos, las cirugías solo se grabarían siempre y cuando el paciente firmase un consentimiento informado, tal y como ocurre en otros ámbitos de la sociedad, explica.
Precedente
No es la primera vez que se habla sobre este asunto. De hecho, ya existe un precedente. En el año 2000, un juez de Barcelona dictó una sentencia en la que admitió el uso de cámaras en un quirófano para controlar a los empleados. La dirección de una clínica de oftalmología catalana presentó una denuncia contra unos trabajadores por intrusismo profesional y aportó las grabaciones como prueba de que un enfermero realizaba operaciones.
La defensa de los acusados argumentó que estas pruebas atentaban contra el derecho a la intimidad. Aun así, el magistrado concluyó que el método de vigilancia había "respetado los límites" de la intimidad y honor de las personas que aparecían en las grabaciones y que, además, el lugar "era de uso público para todos los empleados de la entidad".
La importancia de denunciar
En cualquier caso, con el objetivo de reducir el número de casos de malas praxis por intrusismo, las sociedades médicas insisten en la importancia de denunciar. Aunque la tendencia a denunciar va en aumento, los expertos apuntan a que, en general, existe poca predisposición a iniciar procesos legales por parte de paciente, especialmente cuando no se trata de secuelas muy graves.
En el caso de la medicina estética, la SEME llama a los usuarios a fijarse en si la clínica en la que se tratarán cuenta con el sello U.48, una autorización que solo se concede a médicos capacitados para realizar ese tipo de tratamientos. Desde la SECPRE, cuyos miembros realizan intervenciones invasivas, siguen a la espera de que salga adelante la norma que regula la actividad para que sea desarrollada solo por los especialistas adecuados.