Les obligaban a trabajar en el campo en situación irregular, con documentación falsa o de otra persona con la que guardasen cierto parecido, además, previo pago de 400 euros.
Este era el negocio de una banda criminal desmantelada en Tortosa (Tarragona) por la Policía Nacional.
Fotografía de archivo de la Policía Nacional
Hay 22 detenidos
Según ha informado el cuerpo este martes a través de un comunicado, han detenido a 22 personas relacionadas con la organización, a las que se acusa de los delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad documental, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra los derechos de los trabajadores.
Entre los arrestados se encuentran los cuatro supuestos líderes de la red, que también formalizaba contratos de trabajo en diferentes zonas agrícolas ubicadas en poblaciones cercanas a Tortosa para migrantes "en situación irregular".
Foto de archivo de una operación policial contra la explotación laboral de inmigrantes en el campo
Más de 100 víctimas
Según ha explicado la Policía, la banda contaba con una importante capacidad logística para trasladar a más de 100 víctimas diariamente a diferentes puntos agrícolas.
Una vez en el lugar, trabajaban con una tarjeta de residencia falsa elaborada por la propia organización, "o bien la tarjeta de otra persona con rasgos físicos parecidos", método conocido como look alike.
Un grupo estructurado y bien definido
El entramado contaba con una estructura bien definida, en la que las funciones de cada miembro estaban claramente delimitadas entre las tareas de captación, alojamiento y traslado, para el que contaban con más de 100 vehículos.
Un agente de la Policía Nacional, en una imagen de recurso.
Los servicios de alojamiento y manutención en domicilios gestionados por la red criminal, así como el traslado hasta los lugares de trabajo, no estaban incluidos en los pagos iniciales abonados por los inmigrantes, lo que suponía unos desembolsos monetarios complementarios.
Incautan material usado para falsificar documentos
La investigación policial comenzó en el mes de marzo del año pasado, cuando se halló en la localidad la presencia de un entramado criminal de origen pakistaní especializado en la falsificación y tráfico de documentos falsos.
Los agentes han realizado dos registros en domicilios en los que se han incautado 30.000 euros en efectivo y una impresora técnica láser, entre otros efectos.