Los Mossos d’Esquadra persiguen desde hace semanas a los saqueadores de tumbas que actúan en el Cementerio de Montjuïc de Barcelona. El grupo criminal que ha profanado varias sepulturas en búsqueda de dientes de oro y otras joyas que las familias de los difuntos decidieron dejarles en su última despedida. Para ello, han llegado a desplegar las unidades de drones para tratar de cazar in fraganti a los autores de estos hechos para detenerlos, tal y como avanzó Crónica Global.
Estos drones están equipados con detectores de calor que permiten ver a los agentes desde la distancia si hay una persona acercándose a las tumbas. Por ahora, sin éxito. El principal problema para la detección de los saqueadores son las dimensiones del cementerio.
La necrópolis de la montaña de Montjuïc tiene una superficie de unas 56 hectáreas y alberga casi 153.000 sepulturas. De hecho, ocupa toda la ladera sur de la montaña, por lo que es imposible que los dos vigilantes de seguridad que operan de forma habitual en el equipamiento puedan controlarlo.
Denuncia de la empresa pública que gestiona Montjuïc
Fue la empresa pública que gestiona el cementerio, Cementiris de Barcelona, la que denunció los hechos ante las autoridades el pasado 3 de julio. Los responsables de la necrópolis explicaron a los agentes que habían detectado “un movimiento inusual en losas de hormigón de algunos nichos antiguos, la mayoría sin lápida”. Es allí donde buscan el botín, ya que hay más posibilidades de hallar objetos de valor que en las sepulturas nuevas.
A partir de ese momento, los Mossos d’Esquadra iniciaron una investigación. Constataron que se han producido más robos, sin precisar el número concreto. Se apunta que podrían llegar a los 200 y que las familias que en la actualidad son propietarios de las tumbas ya estarían informadas de los hechos.
Dificultades para localizar a las familias con tumbas allanadas
Cabe recordar que se trata de sepulturas antiguas, de la década de los 60 y los 70, y que se debe localizar a los descendientes. Incluso se han encontrado con cambios de titularidad de algunos nichos. “Se trata de una tarea complicada”, reconocen desde Cementiris de Barcelona.
Los ladrones que han forzado las tumbas para sustraer objetos personales de los cadáveres las cerraron tras hacerse con el botín. De esta forma, han evitado levantar sospechas durante meses. “Busca objetos de valor”, confirman desde Mossos, que añaden que los dientes de oro están bien pagados en el mercado negro.
Más allá de la actuación del cuerpo de seguridad catalán, desde Cementiris de Barcelona también se ha movido ficha para detener la profanación del camposanto. Han reforzado los efectivos de seguridad privada que trabajan en el equipamiento y han solicitado la colaboración de la Guardia Urbana, que trabaja junto a los Mossos.
Otros robos en el Cementerio de Montjuïc
No es la primera ocasión en que la necrópolis de Montjuïc es el escenario de robos de objetos de valor de las sepulturas. Los Mossos d’Esquadra ya detuvieron en 2021 a un hombre que se dedicaba a llevarse las estatuillas de las tumbas para venderlas como piezas nuevas.
Fue sorprendido con las manos en la masa, mientras reventaba los cristales de una decena de lápidas para conseguir las figuras religiosas que las familias habían puesto junto a sus seres queridos. En aquella ocasión, todas las piezas fueron recuperadas. Hay menos optimismo en que ahora los dientes y las joyas regresen a sus propietarios a sus descendientes legítimos. La policía catalana y el Ayuntamiento de Barcelona no escatiman recursos para localizar a los ladrones.