Cataluña es conocida por su clima cálido y soleado, lo que atrae a turistas de todo el mundo en busca de playas, buen tiempo y diversión. Sin embargo, en los últimos años, el mismo clima que atrae a millones de visitantes, se ha convertido en un peligro para la salud pública.
Las olas de calor son cada vez más típicas en España. Los expertos médicos y científicos advierten que estos eventos climáticos extremos pueden poner en riesgo a las personas más vulnerables de la sociedad, especialmente a las de tercera edad.
Golpes de calor
Los mayores son particularmente susceptibles a sufrir daños en su salud. debido a las altas temperaturas. De hecho, son mucho más propensos a sufrir golpes de calor, en comparación con los demás grupos de edad.
Las olas de calor son cada vez más frecuentes debido al calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero y a la urbanización, cada vez más creciente.
Colectivos vulnerables
Durante estos eventos, las temperaturas pueden alcanzar hasta 45 grados, lo que es peligroso para todos aquellos que no pueden acceder a un aire acondicionado o protegerse de alguna manera del sol abrasador. Aunque todo el mundo puede sufrir un golpe de calor, las personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas o que se encuentran en una situación de pobreza energética son las más vulnerables.
La razón de ello es que sus cuerpos no pueden regular la temperatura tan bien como lo hacen las personas más jóvenes y sanas. Los ancianos también son más propensos a tener problemas médicos subyacentes como enfermedades cardíacas, diabetes y problemas respiratorios. El calor extremo puede empeorar estas condiciones y poner en riesgo sus vidas. Por lo tanto, es crucial tomar medidas preventivas y de protección del calor durante los días más calurosos.
Recomendaciones
Las recomendaciones generales incluyen beber mucha agua, usar ropa ligera y holgada, evitar el sol directo en las horas de calor, buscar áreas de sombra y tomar siestas regulares durante el día.
Además, si es posible, deben permanecer en lugares con aire acondicionado, especialmente durante las horas más calurosas del día. Los síntomas de un golpe de calor incluyen dolores de cabeza, fatiga, náuseas y mareos. Si no se tratan de inmediato, estos síntomas pueden intensificarse y provocar daños permanentes en la salud. En casos graves, se pueden producir convulsiones e incluso la muerte.