Los familiares de dos de los tres geólogos fallecidos el pasado 9 de marzo tras un desprendimiento en la mina de Súria señalan a Iberpotash, ya que se abrió una galería secundaria que no estaba prevista , y no se les comunicó que cayó una gran roca cerca de donde ellos estaban.
Así, los fallecidos, insisten sus familias, "iban a ciegas", ajenos a lo que sucedía en el exterior porque, sucedieron cosas, diferente es que la cadena de comunicación entre trabajadores no fluyese como era debido, haciendo llegar un posible peligro a aquellos que de materializarse, se llevarían la peor parte.
Excavación imprevista
Estas conclusiones de las familias se sustentan en la investigación llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra, que resuelve que el equipo del "minador 30" finalizó antes de tiempo sus labores para abrir una galería planificada y así lo acordó con sus supervisores.
Excavaron área en la pared, que no estaba planificada, y que en una esquina cayó una roca de 20 kilos a las 6:15 horas. Ante el contratiempo, decidieron parar y dieron la alerta. Sin embargo, esa cadena comunicativa nunca llegó a las personas que se encontraban a 900 metros bajo tierra.
Negligencia de la empresa
La abogada Nereida Crespo, que ejerce la acusación particular en nombre de las familias de dos de los tres geólogos muertos, ha indicado que de las primeras diligencias judiciales se extrae que el accidente apunta a unas "graves negligencias" por parte de la empresa.
Además, ha resaltado Crespo, que el día de la tragedia, el turno de noche abrió una galería secundaria que no estaba planeada en el "plan minero", que precisamente tiene como objetivo asegurar el sostenimiento de la galería. Por tanto, operar fuera de los límites de este plan "comporta necesariamente poner en riesgo la sostenibilidad" del entorno.
"Fueron a ciegas"
"Es obvio que, una vez se ha acreditado que se redujo el "factor de seguridad excavando fuera de los límites marcados por el plan minero, se modificó la sostenibilidad del techo.
Finalmente, la abogada sostiene que los tres geólogos fueron "a ciegas" al "mirador 30", donde murieron atrapados por un desprendimiento hacia las 7.35 horas de la mañana, después de que nadie les informase de la "gran relevancia" que suponía la caída, poco antes, de la roca del techo.