El derecho a la lactancia materna en bebés tutelados, a debate

La lactancia materna es clave en la crianza de un bebé, ya que brinda numerosos beneficios tanto para él como para su madre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera un "derecho humano del bebé y la madre", y la recomienda de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Después, sigue siendo recomendada, de forma complementaria, hasta los dos años o más. Sin embargo, hay situaciones en las que este "derecho" queda en el aire. Por ejemplo, en el caso de los bebés tutelados por la Generalitat de Cataluña.

La retirada de la custodia de un menor a sus familias se produce ante una situación de riesgo o desamparo y con el objetivo de garantizar su protección y bienestar. Según la información a la que ha accedido este medio, a finales de abril había 8.548 menores tutelados por la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA). De todos ellos, el 2,2% tienen menos de un año y un 5% entre uno y tres años de edad. Por lo que el debate está abierto, pero se trata de una casuística que afecta a pocos bebés. 

Franja de edades de menores con medida protectora en Cataluña DGAIA

Lactancia en centros de menores

Una madre a la que le han retirado la tutela de sus tres hijos --uno de ellos, un bebé de seis meses-- y que pide permanecer en el anonimato explica su malestar por no poder  ofrecer leche materna a su bebé. Cada día intenta entregarla, "pero no hay suerte", explica. Ha pedido amamantar en persona o extraerla y llevarla a DGAIA o al centro de menores donde viven sus hijos, pero asegura que no la quieren. "He llegado a ver cómo el personal de seguridad tiraba mi leche al contenedor", afirma.

¿Tiene derecho una familia que ha perdido la custodia de sus hijos a decidir sobre su alimentación?, ¿hay algún protocolo de recogida de leche materna para facilitar el amamantamiento --siempre que no esté contraindicado-- en centros de menores?, ¿tiene el bebé derecho, sin excepción, a recibir la leche de su madre?. Todas estas cuestiones son las que están encima de mesa y que, por ahora, siguen en discusión. 

Una madre da el biberón a un bebé tras el destete / PIXABAY

La decisión es de DGAIA

El presidente de la Sección de Infancia y Adolescencia del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), Xavier Campà, explica a Crónica Global que, de forma legal, cuando la Administración Pública asume la tutela de un menor, es la responsable de cualquier aspecto. Esto, insiste, no quiere decir que pueda decidir "de forma unilateral ni arbitraria" sobre su futuro, sino que se puede actuar de forma colaborativa. El objetivo final siempre es el de buscar el mayor bienestar para el niño.

Campà deja claro que cada caso es único y recuerda que la retirada de tutela, en caso de producirse, obedece a "problemáticas concretas". Por tanto, "el estudio debe ser individual". El jurista señala de esta forma que DGAIA puede asumir la responsabilidad de un menor y decidir sobre su alimentación. Eso no debe descartar alternativas en los casos que esté indicado para que la madre pueda amamantar a su bebé en el centro, añade. Recueda, de hecho, que existen recomendaciones a la Administración para que facilite la lactancia materna siempre que sea viable.

No se conocen casos

¿DGAIA cuenta con algún protocolo para facilitar la lactancia materna en sus centros? Por ahora, no es una cuestión que se haya abordado de forma abierta. Los portavoces del organismo público han declinado dar más detalles sobre el debate. 

Alba Padró es consultora internacional de lactancia y fundadora de Lactapp lactancia, y cuenta que a lo largo de su trayectoria profesional no ha conocido ningún caso en el que se haya permitido amamantar a un bebé tutelado. Esto, insiste, es un grave error, ya que, si no hay ningún tipo de contraindicación, se estaría privando al menor del mejor alimento que puede recibir, y a la madre de ofrecer a su hijo la alimentación que recomiendan los expertos.

Alba Padró,

Doble separación

Por otra parte, insiste Padró, hay que recordar que estos bebés han sufrido una separación de su madre. "Si además les retiras la lactancia materna generas un impacto brutal en ellos". Especialment a los lactantes que son algo más mayores, a los que el destete les desestabiliza mucho más. "A un bebé le quitas el pecho y no lo sufre tanto como un niño que lleva más tiempo tomando leche materna".

La experta y referente internacional reconoce su preocupación por lo que considera que en demasiados casos se trata de una decisión unilateral con la que actúa la Administración. Indica que se cometen errores sin este análisis al detalle sobre cada situación en la que se busque, igual que en cualquier otro aspecto de la crianza del niño tutelado, qué será mejor para él. "Es necesario visibilizar la situación" para garantizar, de verdad, su bienestar, apunta.  

La mejor opción 

Que la leche materna es la mejor opción para la nutrición del bebé, le proporciona inmunidad contra enfermedades y fomenta su vínculo emocional con la madre, es de sobras conocido. Así lo indica la Comadrona IBCLC en Hospital Universitario Mútua de Terrassa y vocal de la Associació Catalana de Llevadores, Irene Lorente-Collado.

Lorente coincide con Padró en que, pese a la decisión de cada progenitora, la realidad es que nunca se podrá equiparar una leche de fórmula a la leche materna. Esto, matizan ambas, no significa que la mujer que decline amamantar quiera más o menos a su hijo, otro debate a parte. Sí que muestran su preocupación en que no se pongan los medios necesarios para que en casos como el de menores tutelados esta sea una decisión libre de las familias. Siempre, eso sí, en que no haya motivos que la desaconsejen.

Preguntas en el aire

Ana, Carla y Su son tres madres cuyos bebés están o han estado tutelados por la Generalitat. Todas coinciden en que jamás se les permitió dar el pecho de sus hijos en los centros de menores en los que residían. Relatan que ni siquiera se les brindó la opción a lo largo de la intervención de los servicios sociales de sus familias. 

Sede de la DGAIA en Barcelona Google street view

Todas las fuentes consultadas apuntan a que esta es la tónica habitual, aunque solo los responsables de los centros de Cataluña conocen al detalle la realidad de los 600 niños entre cero y tres años que están bajo su responsabilidad. La petición es clara: que se individualice cada caso y que el debate, que existe, se mantenga de forma pública y sin apriorismos.