Los antisistema acusan a Dani Esteve y a Desokupa de "trileros"
Apenas 300 personas convocadas por el CSO La Ruïna se han manifestado este martes a favor de las okupaciones en la Bonanova
23 mayo, 2023 22:28Un grupo de 300 antisistema se ha manifestado este martes en Barcelona a favor de las mediáticas okupaciones de la Bonanova y en contra de Dani Esteve, el responsable de la compañía de desalojos extrajudiciales Desokupa que amenaza con echar a los allanadores. Sin embargo, lo que ha empezado como una concentración pacífica en la plaza Universitat, con la lectura de un manifiesto contra la violencia y "el auge del fascismo", ha acabado con graves ataques a la prensa.
"Ahora le toca a las okupas", ha denunciado una portavoz encapuchada con un pasamontañas morado y negro, que ha criticado la instrumentalización partidista del conflicto okupa en la zona alta de Barcelona. Los antisistema han señalado que algunos partidos, en referencia a Ciudadanos y Vox, que protestaron en la Bonanova, han "azuzado a sus machacas ansiosos de adrenalina" para atacar Centros Sociales como el de La Ruïna y que, según ellos, han puesto a los okupas en el centro de la diana.
"Ejército privado de sicarios"
Los manifestantes también se han dirigido a Dani Esteve, a quien han acusado de "trilero". "Reparten pizzas y banderitas para disimular lo que son en el fondo: fascistas", han arremetido contra el administrador de Desokupa. Según ellos, tanto los partidos críticos con los allanamientos como la polémica empresa que encabeza Esteve se han unido para "generar alarma social e invisibilizar las causas estructurales de la pobreza, el problema de la vivienda, el lobi inmobiliario y las decenas de desahucios diarios".
También han señalado a los empresarios inmobiliarios, a los que acusan de "financiar a estructuras paramilitares como Desokupa y las decenas de empresas de matones que proliferan conformando un pequeño ejército privado de sicarios". Tras pronunciar estas palabras, han repartido panfletos entre los manifestantes --entre los que se encontraba el cupaire Santi Araña-- para indicar cómo evitar ser identificados por la policía. "Cuida tu indumentaria, evita la ropa de colores o fácilmente identificable", así como mostrar "tatuajes, piercings, o cualquier elemento identificativo". En el escrito se pedía también "no llamar a los compañeros por su nombre" y "no hablar con desconocidos".
Fuerte dispositivo de Mossos
La concentración, convocada por Acción Antifascista, ha comenzado alrededor de las siete de la tarde en la plaza Universitat, donde se han colocado pancartas con lemas como “Fascistas y burgueses los mismos intereses”. Todo ello, aderezado con cánticos contra el fascismo, la policía y los medios de comunicación.
Tras ello, pasadas las ocho de la tarde, los antisistema han tratado de comenzar una marcha por la calle Pelai, sin éxito, pues estaba blindada por los Mossos d’Esquadra. Una fila de antidisturbios de la Brigada Móvil (Brimo), apoyada por las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro), han evitado que desfilaran hacia Colón, su primer objetivo, y que pasaran por delante la de Comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB). Desde el aire, la Unidad Hélix, con el helicóptero, y la unidad de drones seguían a los manifestantes.
Ataques a la prensa
Por su parte, varios trabajadores de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) han precintado la entrada del metro de Universitat ubicada en la plaza. Así, ante la imposibilidad de seguir por esa ruta, los manifestantes, embozados en su mayoría, han marchado hacia la ronda Sant Antoni, donde también han topado con un cordón policial, por lo que acto seguido han iniciado su camino por la Gran Via hacia plaza Espanya entre más cánticos (“Barcelona antifascista”, “No pasarán”), pancartas (“Frenar el fascismo es cosa de todos y todas”) y botes de humo de colores.
Y es en ese trayecto donde la tensión ha aumentado y los antisistema han comenzado a reventar las lunas de cristal de sucursales bancarias, así como los carteles con propaganda electoral que han encontrado a su paso. Para evitar ser identificados, han atacado a los medios de comunicación, lanzando palos, botellas de cristal, piedras y espray a los periodistas y cámaras que estaban cubriendo su escasa manifestación, que ha seguido su camino hacia el barrio de Sants, donde se encuentra uno de sus bastiones, Can Vies. Finalmente, la concentración se ha disuelto entre las calles d'Antoni de Campany y Finlàndia.