El fenómeno 'instamami', ¿caldo de cultivo del ciberacoso?

La irrupción de los dispositivos móviles, redes sociales y el mayor acceso a Internet ha supuesto una gran ayuda en la gestión de nuestro día a día. Sin embargo, las nuevas tecnologías también han propiciado una nueva forma de acoso, el conocido como ciberacoso o ciberacoso, que afecta cada vez más a los menores. Así lo pone de manifiesto la encuesta que realizó Save The Children en el año 2019, que señala al ciberacoso como el tipo de acoso más habitual en España (40%).

Concretamente, los encuestados manifiestan que fueron acosados a través de las TICs (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) por primera vez cuando tenían entre 8 y 9 años. La encuesta también revela que este fenómeno afecta en mayor medida a las niñas que a los niños.

El ciberacoso, tendencia al alza

“La Fiscalía General del Estado, en su memoria del año 2022, pone de relieve la tendencia al alza de la judicialización de esta práctica en nuestro país. Concretamente, señala que las amenazas, coacciones y acoso representan un 10,43 % de la totalidad de los delitos informáticos incoados, unos parámetros que están en crecimiento”, advierte la abogada de familia Delia Rodríguez, fundadora y CEO del despacho Vestalia Abogados de Familia e Infancia.

Un aula vacía para ilustrar el acoso escolar / EFE

Si bien los datos que analizan el ciberacoso en menores son aún escasos e insuficientes a fin de conocer con precisión cómo evoluciona este fenómeno, “lo cierto es que la Agencia Española de Protección de Datos ya dispone de un canal online prioritario y accesible a toda la ciudadanía para solicitar la retirada de cualquier archivo sensible, en particular en caso de acoso a menores”, explica esta abogada.

Versión 2.0 de los clásicos álbumes de fotos

No ayuda a mejorar la situación el hecho de que las redes sociales se hayan convertido para muchos padres y madres en una versión 2.0 de los clásicos álbumes de fotos. “Basta con realizar una simple búsqueda en Instagram para encontrar miles de fotografías de menores jugando, alimentándose o simplemente posando con un sinfín de productos en colaboración con marcas, invitando a los seguidores de los padres y madres del menor al consumo, el conocido fenómeno de los instapapis e instamamis, lamenta la CEO de Vestalia. “Muchas de estas imágenes, algunas vergonzantes, son el caldo de cultivo para el futuro ciberacoso”, añade.

Una madre enseña a usar el ordenador a su hija / FLICKR

Ante esta nueva realidad en auge, Delia Rodríguez insiste en lo necesario que es tener presente que las imágenes de un menor son calificadas como datos de carácter personal, por lo que se debe tener en consideración lo estipulado en las leyes de afectan a la protección de la imagen de los menores.

Derecho al honor

La LO 1/1996 de 15 de enero de Protección Jurídica del Menor establece en su artículo 4, apartado 1º, que “Los menores tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen (…)”. Un derecho que también está reconocido en el artículo 18 de nuestra Constitución.

Una agente de la Guardia Civil investiga ciberacoso

Por ello, y aunque por ley se estipula que en el caso de los menores de 14 años serán sus progenitores, titulares de la patria potestad, quienes tendrán la autoridad de tomar decisiones relativas al tratamiento de los datos de sus hijos, “si las fotografías publicadas del menor atentan contra su propia imagen, honor o intimidad, aun habiendo pasado el filtro de ambos progenitores y que estos estén de acuerdo con su publicación, podrá actuar de oficio la Fiscalía de Menores”, concluyen desde Vestalia.