Los Mossos d'Esquadra han relajado esta semana la vigilancia en la Bonanova, el barrio de Barcelona donde okupas y Desokupa protagonizaron un tenso cara a cara el 11 de mayo.
La policía catalana ha disminuido la presencia policial en el barrio elegante de la Ciudad Condal siete días después de que antisistema y la empresa de Daniel Esteve trataran de enzarzarse a cuenta de los edificios allanados de El Kubo y La Ruïna.
"Solo queda la Urbana"
Vecinos del barrio han explicado a Crónica Global que hoy viernes, 19 de mayo, "solo queda un coche de Guardia Urbana de Barcelona" en la plaza de la Bonanova, epicentro de las protestas una semana atrás.
En efecto, apenas un vehículo del cuerpo municipal de seguridad controlaba la paz social en el enclave de la zona elegante de la capital catalana. La vida discurría con absoluta tranquilidad en la zona. Un comercio situado frente a La Ruïna, dedicado a las flores, explicaba a este medio que "hay paz absoluta" y que vecinos y comerciantes "solo esperan que pasen las elecciones municipales" del próximo domingo, 28 de mayo.
Las protestas, al centro de Barcelona
Antes de que los españoles acudan a votar, okupas y Desokupa volverán a verse las caras en la Ciudad Condal. Será en el centro de la urbe, donde unos y otros han convocado manifestaciones contra la criminalización de la okupación, por un lado, y contra los allanamientos y la inseguridad, por el otro.
La empresa de Esteve, de hecho, ha focalizado su mensaje en la gestión de la actual alcaldesa, Ada Colau, a quien afea su falta de control del espacio público y su apoyo a las tomas violentas de vivienda, como en el caso de la llamada Casa Buenos Aires.
La Bonanova respira
Con ello, no obstante, el barrio de La Bonanova deja de estar en el foco del conflicto del debate sobre la okupación en España.
La zona coqueta ha recuperado la calma después de que desfilaran por allí Valents, Ciudadanos y Vox, primero, y Desokupa, después. Ante ellos, los squatters de los dos edificios trataron de defenderse y movilizaron a otros radicales de otros barrios de Barcelona.
Campaña electoral
En efecto, en las protestas pasadas y en las de la próxima semana, subyace una marcada riña con sabor a campaña electoral del 28M. Vecinos del barrio y Desokupa criticaron e insultaron gravemente a la primera edil en la marcha del 11 de mayo. Al final, no obstante, la sangre no llegó al río por la colosal presencia de los Mossos d'Esquadra.
Tras ello, el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado una querella en Fiscalía por presunto delito de odio, pues detectó símbolos y saludos nazis entre los manifestantes.