La fiscalía pide que se repita el juicio a Ismael M., el parricida confeso de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), y a Alba A., la presunta inductora del crimen que creó hasta cuatro personajes ficticios en las redes sociales para supuestamente conseguir que su amigo matara a su padre. Además, pide también la nulidad de la sentencia que absolvió a la acusada alegando que existen “incongruencias”.

En relación al dinero que la acusada recibió de los padres del parricida, en la vista de apelación celebrada este martes, el ministerio público sostiene que en la sentencia “no hay ningún medio de prueba que avale la existencia de gastos comunes”. La fiscalía sostiene que la supuesta convivencia entre ambos se desarrolló entre enero y marzo de 2019, pero las transferencia de él hacia ella se produjeron “posteriormente”.

"Le rajé el cuello"

Ismael M., que padece esquizofrenia paranoide, fue declarado culpable por unanimidad de matar a su padre a cuchilladas y quemar el piso. Él mismo confesó en el juicio que lo hizo durante un brote de esquizofrenia. "Mi padre intentó defenderse cuando le asesté la primera puñalada, pero le rajé el cuello", expresó entonces. Sin embargo no fue condenado a prisión, sino a seguir una medida de tratamiento psiquiátrico en libertad vigilada porque está exento de responsabilidad penal.  

Por su parte Alba A. fue absuelta de inducir al que era su amigo, Ismael M., para acabar con la vida de su padre después de que este se negara a darle más dinero a su hijo del que presuntamente ella se beneficiaba. Según las acusaciones la joven lo manipuló durante meses mediante la creación de hasta cuatro personajes virtuales mediante los que interactuaba con él. Uno de ellos era Julia, la novia virtual de Ismael M., que supuestamente llegó a quedarse embarazada de gemelos del parricida.

¿Manipuló Alba a Ismael?

La fiscalía señala que la sentencia recoge esta historia ficticia, fruto de la invención de Alba A., pero no de otras teorías falsas como la pertenencia de los dos acusados a un grupo parapolicial o la invención de que el padre del parricida pertenecía a una mafia. La fiscal ha asegurado que las periciales psicológicas reconocieron que no tuvieron acceso a la totalidad de la causa para "afirmar la incapacidad de Alba para manipular" y que tampoco sabían que se había hecho pasar por un personaje.

Por todo ello, el ministerio público sostiene que la acusada “le provocó una aversión hacia su padre y le inculcó la idea de acabar con su vida". En el juicio, la fiscal pidió una condena de 34 años de cárcel para Alba A. por presunta estafa, inducción al asesinato y al incendio, mientras que para Ismael M. reclamó una medida de seguridad de internamiento psiquiátrico.

"Se creyó sus mentiras"

Por su parte la defensa de Isamel M. sostiene que el delito de él “fue creerse todas las mentiras” que se tejieron en torno a él. La defensa de Alba A. ha explicado que "este supuesto plan criminal no tiene nada que ver con que se ordene la muerte de la víctima, ya que con su muerte se producía la interrupción de las transferencias de dinero que recibía".

"Es inverosímil que existiera un móvil económico con la muerte de la víctima. Lo consideramos totalmente descartado", ha añadido, por lo que ha pedido la íntegra confirmación de la sentencia.