El sindicato que pidió vetar a una enfermera de Cádiz que se quejó del nivel C1 de catalán para acceder a una plaza pública en Cataluña ha quedado fuera de Vall d'Hebron, donde ésta trabaja. Intersindical, que "denunció" públicamente a la joven sanitaria, ha perdido los dos delegados que tenía y se ha quedado sin representación en el hospital.
Es lo que se desprende de las elecciones sindicales en el Instituto Catalán de Salud (ICS), cuyos resultados [ver aquí] se dieron a conocer ayer. Los votos de los sanitarios han provocado que Intersindical desaparezca de Vall d'Hebron, pasando de dos delegados en la junta de personal de la ciudad sanitaria a cero.
Gana UGT
Como en el resto del ICS, el ganador de los comicios sindicales en Vall d'Hebron ha sido UGT. La plataforma ha logrado ocho representantes, dos más que CCOO y que Som Sanitat, segundas fuerzas.
Metges de Catalunya (4); Satse (3); Catac (3) y CSIF completan el reparto en el órgano equivalente al comité de empresa del complejo médico, que es el más grande de la autonomía.
Queja y persecución
El resultado llega un mes después de que Intersindical "denunciara" a una de las sanitarias del equipamiento por lamentar que se exigiera el "p*** C1 de catalán" para lograr un puesto de trabajo estable en la región. Lo dijo la chica en Vall d'Hebron y parte del nacionalismo cargó contra ella.
El hospital le abrió expediente, y el propio consejero catalán de Salud, Manel Balcells, apoyó la propuesta de sanción. En este marco, Intersindical, que tenía dos delegados, "denunció" el caso y subrayó el veto a la profesional si no lograba el nivel. Ahora ha quedado fuera.