El Departamento de Salud ha anunciado una partida de 8,4 millones de euros para hacer frente al aumento de trastornos de conducta alimentaria (TCA) en Cataluña, que se han incrementado un 61% tras la pandemia, con especial impacto en mujeres de 12 años que representan el 66,3% de los casos.
El conseller de Salud, Manel Balcells, ha atribuido el aumento de casos al confinamiento y también a una "clara presión estética de las redes sociales". El nuevo plan de choque pone la incidencia en la atención primaria, para que se pueda detectar de forma precoz los casos leves "con el fin de que no se conviertan en graves".
Incorpora más profesionales
Este plan de choque, que se despliega hasta el 2025, incorpora 104 profesionales, entre médicos, enfermeras, psicólogos o trabajadores sociales, para reforzar especialmente los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ), aunque también los Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA).
El objetivo es que, en los casos preferentes, la primera visita pueda ser en los primeros 15 días en estos centros y que los pacientes tengan un seguimiento cada 15 días durante los primeros 3 y 4 meses. En un nivel más severo, el plan creará dos nuevas unidades de hospitalización de alta especialización para casos muy complejos, una para niños y jóvenes y una para adultos.
Un plan "esperanzador"
La directora de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), Sara Bujalance, ha subrayado que se trata de un plan "esperanzador" ya que, además de incrementar recursos, supone "un cambio de modelo" al poner el foco en la detección precoz en las primeras fases, lo que cree que contribuirá a minimizar los pacientes que tienen que recurrir a la sanidad privada.
"La privada atiende especialmente los casos leves, porque no ofrece hospitalización, así que tenemos la esperanza de que los usuarios no graves, que estaban más desatendidos, no tengan que ir a la privada y puedan ser atendidos en la pública", ha resaltado.