Dos agentes de los Mossos, patrullando en las calles de Barcelona / Cedida

Dos agentes de los Mossos, patrullando en las calles de Barcelona / Cedida

Vida

La Generalitat abrirá un expediente a los seis Mossos condenados por torturar a dos jóvenes

La Audiencia de Barcelona condena a 4 y 5 años de prisión a los agentes por apalear a dos chicos que huyeron de un control policial en Cerdanyola del Vallès

24 marzo, 2023 11:51

La conselleria de Interior abrirá un expediente a los seis agentes de Mossos d'Esquadra que fueron condenados ayer por torturar, agredir y humillar en 2016 a dos jóvenes que huyeron de un control policial en Cerdanyola del Vallès. La Audiencia de Barcelona ha condenado a uno de ellos a cinco años y un mes de cárcel y al resto a cuatro años de prisión como coautores de un delito de torturas.

Según ha podido saber EFE, de los seis condenados, dos no están prestando servicio en la policía catalana, ya que uno de ellos se encuentra de excedencia y otro está suspendido de empleo y sueldo por otro caso. Los otros cuatro agentes han seguido prestando servicio en el cuerpo de Mossos durante todos estos años. A ninguno de ellos se les había abierto hasta ahora ningún expediente por estos hechos.

Medidas cautelares contundentes

Tampoco tenía conocimiento de este caso la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos, que se encarga de investigar las malas praxis dentro del cuerpo. Una vez la Audiencia notifique de manera oficial la sentencia a la conselleria de Joan Ignasi Elena, se abrirá un expediente a los seis mossos condenados y se les aplicarán medidas cautelares que se prevén contundentes

Los hechos se remontan a la noche del 23 de abril de 2016, cuando los seis agentes estaban haciendo un control de seguridad ciudadana en la localidad barcelonesa y un vehículo en el que iban dos jóvenes huyó de la zona, a unos 65 kilómetros por hora. Se inició una persecución y su vehículo acabó impactando contra una estructura de hormigón.

Puñetazos y patadas en la cabeza

Tras el accidente, los seis agentes que estaban en el control, "con ánimo de menoscabar la integridad física, psicológica y moral" de los dos chicos, que no ofrecían resistencia, les propinaron puñetazos y patadas en la cara, cabeza y cuerpo para castigarles por haber huido, señala la sentencia.

Además, les humillaron e intimidaron diciéndoles cosas como "os podríamos matar y aquí no se enteraría nadie", arrancando un altavoz pesado del maletero y dejándolo caer al suelo junto a ellos para causarles miedo y cortando uno de los cinturones del coche, con el que les golpearon usando la zona de la hebilla.