La Agrupación de vecinos de las calles Perú y Paraguay, en el distrito de Sant Martí (Barcelona), denuncian la “actitud de menosprecio y falta de respeto” que recibieron el pasado martes por parte de la consellera de movilidad del distrito, Silvia Casorrán, miembro de los comuns, durante el Consejo de sectorial de movilidad, accesibilidad y Diversidad Funcional.
“Nos tuvo a oscuras en la sala de plenos y se negó a grabar la sesión, a pesar de estar obligada a hacerlo”, cuenta el portavoz de los vecinos, Edorta Moreno, a Crónica Global. “Estoy ahorrando energía, nos contestó”, recuerda este vecino, quien, al igual que el resto, está convencido de que el Ayuntamiento no registró la sesión porque sabía lo que iba a pasar.
“Miedo a dejar rastro de la protesta”
El caso, explica Moreno, es que “supongo que recordó Casorrán lo que le pasó a su 'jefa', Ada Colau, en los famosos ‘encuentros con la alcaldesa’, que se encontró rodeada de “afectados por su gestión, que no dudaron en sacarle los colores, ya que hasta el momento había esquivado atenderlos”. Y claro, “dejar rastro de las protestas, no creo que le haga mucha gracia”.
Los vecinos asistentes al citado consejo solicitaron a Casorrán que se grabara, conforme a lo establecido en la legalidad vigente, para que cualquier persona de Sant Martí --o cualquier ciudadano interesado de la ciudad de Barcelona-- pudiera tener acceso a las imágenes y el contenido de las deliberaciones mantenidas durante su desarrollo.
Un “chuleo a los vecinos”
Ante las preguntas de los vecinos acerca del motivo para negarse a grabar la sesión, Casorrán contestó que no lo hacía porque “estaba ahorrando energía”, cita literal.
Según explica Moreno a este medio, les parece una provocación la actitud de la consejera, ante el conflicto vecinal existente en el barrio, y las movilizaciones que tenemos previsto realizar durante las próximas semanas. “Consideramos su conducta como impropia de un cargo público cuya obligación es tratar con educación y respeto a todos los vecinos del barrio cuando se encuentra en el ejercicio de sus funciones”.
Obviando las protestas
Finalmente, y para rematar el momento, cuentan algunos presentes en ese acto, “sabiendo la lucha que llevamos desde hace tiempo para evitar que se carguen cientos de aparcamientos en el distrito, coge y nos dice que un aparcamiento no es un derecho y que tener coche es un lujo”.
C’est fini, “así, pensaría la consejera”, cortamos por lo sano con esta gente que viene aquí a liarla por los aparcamientos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, porque los vecinos afectados han trasladado su malestar al concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé, a los Bcomú y a la oposición. Ellos lo tienen claro, "ni un aparcamiento menos".