Una de cada tres personas que solicitan información para cambiarse de sexo es menor de 21 años

Una de cada tres personas que solicitan una consulta informativa para someterse a una cirugía de género es menor de 21 años. Son datos de la clínica IM GENDER, referente internacional con más de 20 años de experiencia en la cirugía de afirmación genital, que asegura que la edad media de las personas que acceden a este tipo de intervención quirúrgica se ha reducido notablemente en los últimos cinco años.

De acuerdo el centro, entre un 0,5 y un 1,3% de la población se identifica como persona transgénero con una mayor prevalencia entre los adolescentes y jóvenes como consecuencia de la "mayor visibilización y aceptación familiar y social" desde edades muy tempranas.

Mejora la calidad de vida

Ivan Mañero, cirujano plástico especialista en cirugía de afirmación genital y fundador de IM GENDER, explica que no todas las personas transgénero necesitan pasar por ningún tipo de cirugía genital. Otras, en cambio, acuden a un cirujano plástico para someterse a una afirmación de género porque sienten la "necesidad de adecuar su genitalidad".

“Numerosos estudios han demostrado que esta cirugía mejora su salud en general, tanto a nivel emocional como social, así como su calidad de vida”, apunta Mañero. “Sin embargo es importante que cuente con información sólida que le permita tener unas expectativas reales, conocer los beneficios y los riesgos. Además, debe comprometerse a hacer un cumplimiento terapéutico y un seguimiento médico correcto”, añade.

"Una necesidad"

“Si hay algo con lo que vas a convivir toda tu vida es con tu cuerpo. Si tu realmente tienes disforia, te sientes muy mal y te afecta a ti, a tu vida personal, hazlo. Adelante”, asegura Aurora, una de las pacientes del doctor Mañero. “La cirugía para mí no era un sueño, era una necesidad”, asegura Susany, otra paciente de IM GENDER.

Se estima que el número de gente joven que se somete a la cirugía de género siga creciendo como consecuencia de apoyo de su entorno que permite a estas personas mostrar libremente quiénes son y sentirse aceptados desde la infancia, aseguran desde la clínica.