El incendio originado a primera hora de esta mañana en el portal del número 13 de la calle Saragossa de Rubí (Barcelona) se ha cobrado la vida de Gisela, una joven profesora del colegio Maristas Rubí --como ha confirmado el centro educativo a este medio--, de su pareja y de una vecina de otro piso.
El colegio es "un mar de lágrimas", describe la madre de una de las alumnas de Gisela, fallecida a los 36 años, a la que describe como “una persona maravillosa, con mucha energía y llena de luz”. La misma voz lamenta la “enorme pérdida” de la maestra, una joven "deportista [le gustaba la escalada], carismática, positiva y buena persona que, además, se volcaba especialmente con los niños con diversidad".
“Una persona de las que dejan huella”
“Era muy querida por todos, porque además de tutora de sexto de primaria, participaba en la organización de muchas actividades del centro”, señala la madre de una de sus alumnas, que añade que la niña y sus compañeros están “destrozados”.
Según ha podido saber este medio, la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) enviará flores y, previsiblemente, el centro organizará un acto para despedirla, además de ofrecer apoyo a los chicos. “Siempre tenía una palabra de aliento, era inspiradora. De esas personas que dejan huella”, señala.
Columna de humo negro
El fuego en el que murieron Gisela, su pareja y otra vecina se ha originado a primera hora de esta mañana cuando, según el testimonio de los vecinos, se ha producido una fuerte explosión en el cuarto de contadores del edificio, ubicado en el portal.
Además, señalan que en el momento de la detonación había varios muebles y maderas acumulados en la zona común, lo que ha permitido que las llamas se propagaran con virulencia y provocaran una enorme columna de humo negro que se ha extendido por el edificio y que era visible desde todo el barrio. A la espera de la autopsia, todo parece indicar que las víctimas han fallecido por inhalación de humo.
Reventón en los contadores
Una de las vecinas afectadas, que abandonaba el edificio con sus pertenencias básicas con ayuda de dos agentes de Mossos d’Esquadra ha relatado a este medio que tanto ella como su marido se han salvado porque han podido salir a la terraza, a diferencia de otros vecinos de los bajos, que tienen rejas en las ventanas. “Nos salvamos porque salimos al patio y pudimos respirar aire fresco, los que salieron por las escaleras murieron asfixiados”, expresaba con la voz entrecortada.
Los familiares de los residentes en el bloque afectado, que esperaban angustiados noticias al otro lado del cordón policial que impedía a los curiosos acercarse al centro deportivo en el que han sido acogidos los más de 40 vecinos del inmueble, han confirmado la versión de la explosión. “Mi hija, que vive en el primero, nos ha dicho que el contador de luz había explotado y que se había prendido fuego, así que han tenido que saltar desde la ventana para salvarse”, expresa visiblemente consternada. “Ha sido un reventón y todo el incendio ha sido en el portal, donde alguien había acumulado muebles porque se estaba mudando, supongo”, añadía mientras una joven preguntaba por los dos chihuahuas de su hermana, que se quedaron en la casa.
No podrán volver en los próximos días
Desde Protección Civil confirman que de los 31 pisos que tiene el bloque ninguno presenta graves afectaciones, a diferencia de las zonas comunes, donde se concentran los daños. “Habrá que restablecer los suministros, porque ahora mismo no hay luz ni agua”, expresan, unas labores que estiman que se dilatarán entre dos días y una semana. Mientras tanto, Protección Civil, Cruz Roja y los servicios sociales gestionan su realojo.
La mayoría de los afectados se quedarán en casas de familiares o allegados, mientras que el resto serán reubicados temporalmente en hoteles y aparthoteles de la zona. Este miércoles, los Mossos d’Esquadra y servicios sociales los han acompañado a recoger “lo básico” para pasar estos días, si bien el edificio no ha sufrido daños estructurales.
La mayoría de los pisos, de alquiler
Ahora, los Mossos d’Esquadra analizan las causas de la explosión que ha provocado un pequeño incendio, que se ha extinguido en apenas cuatro minutos, pero que según los Bombers de la Generalitat ha sido de una virulencia suficiente como para expandirse por el edificio y poner en riesgo a los vecinos, que no han podido escapar por la puerta principal por la cercanía de las llamas.
Dos antiguos vecinos que observaban el bloque con preocupación han relatado a este medio que la mayoría de los pisos son de alquiler y que toda la instalación es eléctrica: “Tienen suelos radiantes, vitros y calentador de agua, todo eléctrico”. Además, las instalaciones no son antiguas. Sin embargo, aseguran que el mantenimiento no es el óptimo. Denuncian que, en su caso, cuando sufrían una avería el casero reparaba la instalación personalmente o con la ayuda de su cuñado. “A veces teníamos discrepancias con el dueño porque el mantenimiento era el justo”, expresan, a la espera de que la investigación esclarezca las causas de este hecho.