Una juez de Girona investiga al Hospital Institut d'Assistència Sanitària (IAS), el segundo mayor de Girona, por un presunto error médico que ha causado semiparálisis y graves secuelas a un bebé recién nacido. La familia se ha querellado contra el centro sanitario y, si no hay condena por delito, procederá a reclamar por la vía civil con la mayor cantidad jamás demandada en una negligencia médica en Cataluña: 2,5 millones de euros.
Según diversos autos judiciales a los que ha accedido este medio, el juzgado de Instrucción número 4 de Girona investiga al IAS por una cadena de decisiones médicas con una mujer embarazada de 22 años que terminó con desprendimiento de placenta y con el bebé naciendo prematuramente y sufriendo encefalopatía hipóxico-isquémica o falta de oxígeno en el cerebro. Los hechos datan de noviembre de 2019, cuando el complejo médico lo dirigía Joaquim Casanovas, recientemente nombrado presidente del consejo rector del Hospital de Mataró, como avanzó Crónica Global en exclusiva.
Parto prematuro que se complicó
Antes de dedicarse a su nuevo cometido en Mataró, Casanovas tendrá que ver como su antiguo equipo se somete al análisis del acto médico por parte de la juez Sandra Silva, titular de la sala de primera instancia de Girona. La togada investigará qué atención médica se dio a K.D., madre de la menor, que acudió a la institución asistencial con "sensación de posible parto de bebé" tras solo 34 semanas de gestación.
El equipo médico dejó a la gestante sola en una camilla con un aparato de monitorización, pero al rato "se la cambiaron porque no se escuchaban las pulsaciones del nasciturus": estaba defectuoso. La chica alertó a los médicos de que "tenía la sensación de haber roto aguas", pero los facultativos lo descartaron y lo achacaron a "una pérdida de orina".
Nadie reaccionó hasta la ecografía
Tras dos horas esperando en camilla, la paciente se sometió a una ecografía, y en aquel momento sí "se precipitaron los acontecimientos". Le confirmaron que la pérdida de líquido era por rotura de aguas, y los facultativos le realizaron una cesárea, pero el bebé nació sin respiración y con síntomas de "sufrimiento por anoxia" o falta de oxígeno en el cerebro. Pesó apenas dos kilogramos.
Tras ello, fue una enfermera la que comunicó a la madre que "había sufrido un desprendimiento de placenta", y que trasladaban al bebé al Hospital Josep Trueta, el de referencia en la provincia, por los síntomas de "anoxia". La recién nacida permaneció dos meses ingresada en el Trueta, hasta que le dieron de alta el 25 de enero.
"Graves secuelas de por vida"
Ya era tarde. El informe de alta reconoce que la pequeña sufrió encelopatía hipóxica isquémica grave o falta de oxígeno cerebral. A consecuencia de ello, el bebé muestra "incapacidad en el 75% del cuerpo", necesita nutrición enteral --que le provoca "infección nasobucal" e ingresos hospitalarios "cinco días al mes, aproximadamente"--, solo puede salir de casa con ayuda, presenta "mirada perdida y desorientación" y "jamás podrá estudiar ni trabajar".
El impacto del suceso en la familia ha sido "desgarrador", pues la pequeña, que ahora tiene tres años, "solo podría estar en la guardería con vigilancia y sin dejarla sola en ningún momento".
Querella y reclamación millonaria: 2,5 millones
Después, la familia, que habita en el municipio de Salt, ha tomado acciones judiciales contra el hospital. Se ha querellado por presunta imprudencia médica, y la juez ha admitido a trámite y ha interesado diligencias para aclarar si, en efecto, hubo error médico.
En paralelo, el letrado de los allegados explica a Crónica Global que si la magistrada cierra la vía penal, la familia acudirá a la jurisdicción civil y reclamará una cantidad estimada por los baremos de los accidentes de tráfico, que son los utilizados en las imprudencias médicas. Pedirán una indemnización de 2,5 millones a la aseguradora de los médicos del IAS, una cuantía que es la mayor jamás reclamada en la sanidad catalana. El equipo legal utiliza como guía otro error médico similar con un bebé que nació antes de hora en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real), en el que se condenó al servicio público a indemnizar a la familia con 2,4 millones y una pensión anual de 25.500 euros. La Audiencia Provincial ratificó la sentencia de primera instancia, según ha podido consultar este medio.
El hospital: "La atención fue la adecuada"
A preguntas de este medio, una portavoz del IAS ha confirmado que el procedimiento se sigue en el juzgado número 4 de Girona y que hasta ahora "se ha entregado a la sala toda la documentación solicitada en relación al caso".
Eso sí, desde el hospital provincial se insiste en que "de acuerdo con la documentación, el IAS afirma que la atención prestada por parte de los profesionales del hospital fue la adecuada". El centro sanitario concertado público subraya que hubo "aplicación de los protocolos asistenciales para el caso en concreto y, por ende, no hubo ninguna actuación que pudiera derivar en imprudencia médica".