Un juez condena al INSS a indemnizar a un cocinero con fibromialgia, dependiente del cannabis
El tribunal ordena el pago de esta prestación con efectos retroactivos desde enero de 2021
5 marzo, 2023 12:29El Juzgado Social número 2 de Barcelona ha condenado al Instituto Nacional (INSS) de la Seguridad Social a conceder la incapacidad permanente absoluta a a un trabajador con fibromialgia, dependiente del cannabis por su fatiga crónica con "afectación severa" que le incapacitaba para la realización de tareas básicas.
El demandante, cocinero de profesión, recurrió la decisión del INSS de denegarle la prestación, ya que solo reconocía su adicción a los opiáceos. El hombre sufría depresión y fibromialgia grave con dependencia de opiáceos como el cannabis y que estaba en tratamiento con metadona.
Pago con efecto retroactivo
Ahora, representado por el despacho de abogados Campmany, que recurrió ante el juzgado esta denegación, ha conseguido el grado de incapacidad permanente absoluta, por la que cobrará una pensión de 1181,92 euros al mes.
Campmany presentó la demanda el 13 de octubre de 2021 y ahora el INSS deberá satisfacer esta prestación con efectos retroactivos desde enero de 2021. El magistrado aduce en su sentencia que este trabajador padece de una fatiga crónica con "afectación severa" que ha empeorado en los últimos tiempos impidiéndole la realización de "mínimos esfuerzos como vestirse, ducharse o preparar la comida".
No tiene curación
De esta manera, el titular del juzgado avala los informes médicos presentados durante el juicio, que constatan que este trabajador padece síndrome de fatiga crónica en grado III-IV con fibromalgia asociada, trastorno ansioso depresivo con déficit de atención, EPOC y disfunción cognitiva leve.
En su estimación de la demanda de este trabajador, el juez se basa en varias sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que establecen que la fibromalgia en grado III-IV "comporta, mientras no haya un tratamiento paliativo, una incapacidad permanente absoluta, ya que se trata de un diagnóstico de enfermedad crónica, muy incapacitante y a pesar de las técnicas paliativas, no existe una perspectiva de curación".
Dependencia a opiáceos
La desestimación del INSS se basó en un expediente del Instituto Catalán de Evaluación Médica, según el cual no procedía la calificación de incapacidad permanente puesto que este trabajador solo presentaba un "síndrome de dependencia a opiáceos en tratamiento con metadona y consumo activo, síndrome de dependencia de cannabis y un trastorno ansioso-depresivo de grado moderado".
Sin embargo, el informe médico presentado en el juicio por la unidad que trata a este trabajador por fatiga crónica desde el 2018 constata que presenta un empeoramiento de la sintomatología que le impide la realización de "mínimos esfuerzos como vestirse, ducharse o preparar la comida", los cuales se acompaña con un "malestar postesfuerzo que se prolonga más allá de 24 horas".