La mutilación genital femenina, también conocida como ablación, es una práctica que afecta a más de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Consiste en la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos por motivos culturales o de otro tipo, pero no médicos.
Reconocida internacionalmente como una extrema violación de los derechos humanos, la ablación no solo puede generar numerosos problemas físicos a largo plazo, sino que también puede afectar gravemente a la salud mental de las mujeres. Las consecuencias psicológicas más frecuentes suelen ser el estrés postraumático, la ansiedad y la depresión.
Suelen aparecer en la adolescencia
Lo explica a este medio Alba Palazón, la psicóloga sanitaria que ofrece el servicio de atención psicológica y seguimiento a las pacientes en el marco del Programa de reconstrucción genital postablación de la Fundación Dexeus Mujer, que asegura que los síntomas de psicopatologías suelen aparecer en la adolescencia, cuando la mujer empieza a explotar la esfera sexual.
Uno de los trastornos más prevalentes es el estrés postraumático. "Se encuentran en un estado permanente de alerta, experimentan recuerdos y pensamientos intrusivos sobre el suceso traumático", apunta la especialista. También la ansiedad, provocada por una "sensación de vulnerabilidad que no son capaces de controlar".
Sentimiento de culpabilidad
La depresión también acaba entrando en la vida de muchas de ellas. "Se sienten culpables, piensan que no sirven para nada", añade. Todo ello en un contexto de diáspora, es decir, que no se encuentran en su país natal. En algunos casos, si no se aborda correctamente el problema, puede derivar en consecuencias extremas como el suicidio", advierte Palazón.
Los motivos por los que acuden al Programa de Dexeus Mujer son diversos: para poder disfrutar de la sexualidad sin dolor, para poder experimentar mayor sensación de placer, o simplemente para mejorar la vida en pareja. También está relacionado, en muchas ocasiones, con la propia autoestima. "Quieren tener unos genitales normativos para acabar con esa sensación de ser diferentes a las demás. Muchas mujeres sienten que están rotas".
Miedo a romper con su familia
La intervención de reconstrucción genital postablación que lleva a cabo la Fundación Dexeus Mujer dura unos 45 minutos y su objetivo es restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos afectados, así como recuperar su aspecto y capacidad sensitiva, algo que se consigue en más del 75% de los casos.
El centro ha reconstruido el clítoris de forma gratuita a 139 mujeres víctimas de la mutilación genital femenina desde que impulsó el programa en 2007, aunque se calcula que actualmente en España hay miles de mujeres en riesgo de sufrir la ablación. "Estas cifras nos hacen pensar que hay muchas mujeres que no acuden a nosotros porque para su entorno pasar por esta cirugía implica rechazar su cultura y romper con la familia. Muchas tienen miedo a perder el apoyo de los suyos, a quedarse solas".
Numerosos problemas de salud
De acuerdo con la OMS, la ablación puede provocar dolor intenso, fiebre, inflamación de los tejidos genitales, hemorragias graves, problemas urinarios, infecciones como el tétanos, problemas menstruales, problemas vaginales y problemas sexuales, además de trastornos psicológicos. A largo plazo, también puede causar problemas de fertilidad, complicaciones durante el parto e incluso la muerte del bebé.
El Programa de reconstrucción genital forma parte de la labor de asistencia social de la Fundación Dexeus Mujer y está liderado por el doctor Pere Barri Soldevila, que fue el primer médico que realizó esta intervención en España. Su puesta en marcha fue una iniciativa pionera en España, que ha contribuido a dar visibilidad a este problema y a ayudar a muchas mujeres.