La discoteca Waka de Sant Quirze del Vallès (Barcelona) ha asegurado que hay "un interés oculto y complot mediático para perjudicar" a la sala y forzar su cierre, después del operativo policial de los Mossos d'Esquadra el sábado en la zona, que terminó con la identificación de 906 personas y 10 denuncias por posesión de droga.
Tal como ya ha avanzado Crónica Global, tanto la Generalitat, como el municipio --ambos controlados por ERC-- han protagonizado un enfrentamiento al responsabilizarse mutuamente de tener la potestad para cerrar el negocio, al que la policía ha tenido que acudir 200 veces en un año por denuncias de peleas, agresiones sexuales y racistas.
La sala amenaza con ir a los tribunales
En un comunicado a través de su cuenta de Instagram la dirección de la sala ha afirmado que "todas las informaciones que se están dando sobre la discoteca son falsas y engañosas con el único ánimo de dañar y desprestigiar" para generar una opinión pública negativa, añadiendo que "en el acta de inspección de la policía catalana "consta que no se observa ninguna infracción de la normativa vigente" y que emprenderán "acciones legales".
"Nuesto objetivo ha sido, y es, proporcionar un lugar donde nuestros clientes puedan venir a bailar en un entorno seguro, y en todo momento colaboramos con las autoridades cuando así se nos ha requerido", manifiesta la dirección de la sala.