Un juez rebaja de nueve a cuatro años una condena por violación amparado por la ‘ley del sí es sí’

Continúa el goteo de las rebajas de condenas a violadores amparadas por la polémica ley del solo sí es sí, impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero. Este miércoles, la sección de apelaciones de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha rebajado la pena de seis años y medio de cárcel a cuatro y medio que la Audiencia de Girona le impuso a Martí B. M. por la violación de la que era su amiga tras una noche de fiesta en Platja d'Aro. El tribunal, asimismo, le absuelve de una agresión sexual en grado de tentativa, delito por el que había sido condenado a tres años más.

La sentencia se basa en la nueva ley de garantía integral de la libertad sexual, popularmente conocida como ley del solo sí es sí, que ya no distingue entre abuso y agresión sexual, pero que reduce las horquillas de algunas de las penas, especialmente las mínimas. En este caso concreto el tribunal condenó al joven a seis años y seis meses de cárcel por agresión sexual, una pena que ahora la sala de apelaciones reduce hasta los cuatro años y medio.

Absuelto de un delito

La sentencia no solo rebaja la condena sino que absuelve a Martí B. M. del delito de agresión sexual en grado de tentativa –por lo que había sido condenado a tres años— por considerar que ambos episodios corresponden a los mismos hechos. La Sala mantiene solo la condena por agresión sexual, que rebaja de los seis años y medio hasta los cuatro y medio.

“La pena que imponemos es de cuatro años y seis meses de prisión por la agresión sexual, que es la que corresponde como mínima impuesta por el tribunal de instancia”, recoge la sentencia a la que ha tenido acceso este medio.

La violó en su casa

Los hechos por los que fue condenado se remontan al 20 de abril de 2019, cuando Martí B. M. y la víctima, que mantenían una estrecha relación de amistad desde hacía varios años, salieron juntos a una discoteca de Platja d’Aro. Sobre las 5.20 se dirigieron al domicilio de Martí en Sant Feliu de Guíxols, donde la chica se quedó en una habitación y él en otra. En un momento dado, el condenado se coló en la habitación de la joven y le realizó tocamientos de índole sexual pese a que esta “le manifestó de forma repetida que parase”, recoge el fallo.

Lejos de hacerle caso, el agresor le arrancó la ropa e intentó violarla, sin conseguirlo, un hecho por el que fue condenado a tres años. Una hora más tarde lo volvió a intentar “a pesar de las negativas constantes” de la chica, la inmovilizó y la violó. Por estos hechos el autor fue condenado a un total de nueve años y medio de prisión, pero el castigo se queda en cuatro y medio tras la revisión del TSJC. Aun así, cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.