El asesino de Janet Jumillas, condenado a 17 años de prisión

La Audiencia de Barcelona ha condenado al asesino de Janet Jumillas, Aitor G. R., a 17 años de prisión, cinco de libertad vigilada y a indemnizar a la familia de la víctima con 488.000 euros. Lo ha hecho después de que el jurado popular lo declarara culpable por unanimidad el pasado 20 de diciembre.

La sentencia considera probado que el 13 de marzo de 2019 Aitor se citó con Janet Jumillas en su domicilio de Cornellà de Llobregat y le asestó varias puñaladas con la intención de causarle la muerte. Un ataque que la víctima no pudo prever ni repeler.

Su versión, inverosímil

Según la declaración del acusado en el juicio, ambos se citaron el día anterior a los hechos en la casa de Janet Jumillas, con quien había contraído una deuda de 20 o 25 euros relacionada con el menudeo de drogas. Una vez saldada, ella le ofreció probar una nueva sustancia, pero él no tenía dinero. Ese es el motivo, según él, por el cual se citaron en la casa de él al día siguiente, el 13 de marzo.

Aitor --nunca ha reconocido que mató a Jumillas-- declaró durante el juicio que junto a la víctima accedió a su domicilio un hombre que le pidió dinero. Según su versión, tras regresar del garaje, dado que se había olvidado la cartera en el coche, se encontró con que en la casa ya no había nadie. “Solo estaban sus perros, había sangre en el suelo y cosas tiradas, aunque no muchas y cristales rotos de una lente de gafa. Después de limpiarlo, metió todo en una bolsa y la dejó en casa hasta esa tarde, cuando decidió tirarla”. Una versión inverosímil con la que no ha logrado convencer al jurado. 

Su móvil lo delata

Aitor se refería a la bolsa que contenía dos mochos con sangre y una lente de las gafas de la víctima. La misma que fue recuperada por los Mossos d'Esquadra justo después de que la lanzara al contenedor cercano a su casa y que fue la prueba definitiva para detenerlo como presunto autor del crimen.

Además, la sentencia recuerda que tanto el teléfono de Janet Jumillas como el de su asesino se encontraban el día del crimen en la vivienda de él. Allí permanecen durante varios minutos, hasta que ambos se desplazan desde Cornellà hasta El Prat de Llobregat, el lugar en el que meses después fue descubierto el cuerpo de la mujer.

Actuó con intención de matar

Atendiendo al veredicto del jurado, recoge la sentencia, puede afirmarse que el acusado actuó con intención de matar. Lo que no puede probarse es que el acusado actuara con las facultades volitivas e intelectivas mermadas por su dependencia al cannabis y a la cocaína.

Por todo ello, la Audiencia de Barcelona ha condenado al único sospechoso a 17 años de prisión por el delito de asesinato, a cinco de libertad vigilada una vez cumplida la pena y a pagar 488.000 euros de indemnización a la familia de la víctima, que era madre soltera de dos menores.