Condenado a 12 años de prisión por tratar de matar a su esposa a hachazos
El Tribunal Supremo ratifica un fallo anterior del TSJC, que condenó al acusado por homicidio en grado de tentativa por un suceso acaecido en el restaurante barcelonés regentado por la pareja
26 diciembre, 2022 11:58Un hombre ha sido condenado por el Tribunal Supremo a doce años y diez meses de prisión por tratar de asesinar en 2016 con un hacha a la que por entonces era su esposa, en un suceso que tuvo lugar en el restaurante que ambos regentaban en Barcelona.
El Alto Tribunal ratifica así los fallos emitidos en su día tanto por la Audiencia de Barcelona como por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que incluían además la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima durante 22 años y diez meses y una indemnización de 59.840 euros.
Crisis de pareja y discusiones
Los hechos acontecieron hace seis años, cuando la pareja pasaba por una profunda crisis, que tenía como consecuencia fuertes discusiones acerca de un proceso de divorcio que finalmente terminó por concretarse en 2018.
En julio de 2016, el hombre agredió a su esposa con puñetazos y golpes con la mano; días después, tras una pelea verbal acontecida en el restaurante, el marido llevó a su mujer a la fuerza hasta la cocina y allí se hizo con un hacha de las que se emplean para cortar alimentos y le propinó con ella un primer golpe en una pierna y posteriormente dos más en el cuello.
Reducido por dos clientes
Alertados por los gritos de la mujer, dos clientes entraron en la cocina del local y se la encontraron en el suelo, malherida y con el marido encima de ella, tras lo que procedieron a reducirle y avisar a la policía.
Sólo la actuación urgente de los médicos impidió que la víctima muriera como consecuencia de los impactos del hacha.
Recursos fallidos
En los diversos recursos presentados contra las sentencias condenatorias, el acusado ha alegado un desistimiento voluntario por no querer en realidad consumar la muerte de la que entonces era su esposa.
Sin embargo, los magistrados del Supremo no aprecian tal actitud dado que el agresor tuvo que se reducido por la fuerza para impedir que consumara el crimen.