La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años de cárcel a un manifestante de Tsunami Democràtic que participó en los hechos ocurridos durante un partido de fútbol Barça-Madrid en 2019, en el Camp Nou. El integrante independentista lanzó objetos contra los Mossos d'Esquadra y agredió a varios agentes durante una protesta por la sentencia del procés.
En su sentencia, la sección siete ha condenado a V.M.V.M. por el delito de atentado a agente de la autoridad "cometido con instrumento peligroso", aunque lo absuelve del de desórdenes públicos, como pedía también el ministerio público, que mantuvo su solicitud de siete años de prisión durante el juicio.
Multas e indemnizaciones
Asimismo, el tribunal condena al joven a pagar una cuota diaria de cinco euros por el delito de lesiones a un agente de la policía autonómica, y a un mes de multa diaria con la misma cantidad por otros dos delitos leves de lesiones a otros dos policías. Pero no sólo eso: deberá pagar indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil a los tres agentes que resultaron lesionados tras ser agredidos, con cantidades de 6.149,94 euros, 630,66 euros y 910,50 euros, respectivamente.
Según sostuvo la Fiscalía durante la vista, los Mossos d"Esquadra intervinieron en el exterior del Camp Nou el 18 de diciembre de 2019 para separar a un grupo de hinchas del Barça de otro formado por unas 300 personas que participaban en la manifestación promovida por Tsunami Democràtic. En ese momento, el manifestante lanzó una botella y una piedra contra los agentes, por lo que fue detenido.
No hay delito de desórdenes públicos
En la sentencia, el tribunal considera probado que el manifestante lanzó ambos objetos contra la línea policial que separaba los dos grupos de manifestantes de signo contrario, y que agredió a los agentes que procedieron a su detención. Tras la decisión, la defensa del joven --ejercida por el colectivo Alerta Solidària--, presentará un recurso de apelación.
Además de lanzar objetos, el manifestante "propinó puñetazos y patadas" a los agentes que lo detuvieron, los cuales sufrieron lesiones de diversa consideración y "tuvieron que ser auxiliados" por otros compañeros.
Pese a todo, la sala considera que todos estos hechos probados no son constitutivos de un delito de desórdenes públicos, ya que la acción del acusado "se limitó al lanzamiento de una botella de vidrio y un adoquín a la línea policial, estando amparado por la multitud", sin que haya quedado acreditado en cambio que lo hiciera "en concierto" con los otros manifestantes como para alterar la paz pública.