Los sanitarios dicen basta. La escasez de médicos, la sobrecarga de trabajo y la precariedad de las condiciones laborales han situado a Cataluña al borde de una revuelta sanitaria que podría estallar dentro de poco. Los sindicatos del sector calientan motores para dar pie a diversas movilizaciones y amenazan con medidas de presión hasta que se cumplan sus demandas.
El sindicato mayoritario en la categoría de facultativos en la comunidad autónoma, Metges de Catalunya, anunciará el próximo lunes un ciclo de movilizaciones al que está llamado todo el colectivo médico de todos los ámbitos asistenciales de salud. En paralelo, la Mesa Sindical de la sanidad catalana ha convocado a los trabajadores a no hacer horas extras ni doblar turnos a partir de diciembre.
Piden un "cambio radical"
Tal y como avanzó el responsable del sindicato de médicos, Xavier Lleonart, el pasado jueves en el Parlament, estas movilizaciones podrían incluir huelgas, ya que la situación es "insostenible". Aunque todavía falta por conocer los detalles de las protestas, el sindicato aseguró que, a no ser que se produzca un "cambio radical" en las políticas del Departamento de Salud, "será muy difícil evitar una gran movilización del colectivo médico a corto plazo".
En este sentido, alertó de que el malestar y la indignación del personal médico es "enorme" y que solo es necesaria una "chispa" para que estalle una revuelta. Así, insistió en la necesidad de invertir más recursos, contratar más profesionales y mejorar las condiciones laborales de los sanitarios con el fin de reducir las listas de espera y hacer más atractivo el ejercicio de la medicina en la sanidad pública.
Más medidas de presión
Pero los médicos no son los únicos que exigen un cambio en el sistema actual. Este jueves, la Mesa Sindical de la sanidad catalana, formada por los sindicatos SATSE, CATAC-CTS/IAC. CGT Alt Camp i Conca de Barberà, SAE, FTC-IAC, USOC, FAPIC, Coordinadora Obrera Sindical e Infermeres de Catalunya, anunció en el Parlament que ha convocado a los sanitarios a movilizaciones y a no hacer horas extras ni doblar turnos entre el 1 y el 7 de cada mes a partir de este diciembre.
Esta agrupación, que forman médicos, enfermeras y sanitarios en general, aseguró que mantendrá estas movilizaciones de forma indefinida hasta que se cumpla una moción sobre el personal sanitario aprobada en el Parlament en abril de este año. Entre otras cosas, demandan la equiparación y la mejora de sus condiciones laborales y la adecuación de ratios profesional-usuario.
Un problema extendido en el territorio
En los últimos meses han tenido lugar numerosas protestas en diferentes hospitales del territorio. Colapsos en los servicios de urgencias, falta de personal, retrasos retributivos, recortes... no ha habido semana en la que los trabajadores de un centro sanitario catalán no hayan salido a reclamar cambios a sus directivos.
Los primeros en iniciar una huelga fueron los del Hospital de Mataró. Un total de 80 facultativos pusieron en marcha una huelga de guardias voluntarias tras muchos años de negociación infructuosa con el centro para mejorar las condiciones laborales y retributivas de las guardias médicas en el hospital. Finalmente fue suspendida tras llegar a un preacuerdo con la dirección.
Presupuestos de 2023
Las protestas, lleguen cuando lleguen, atraparán al Govern en plena negociación de los Presupuestos de 2023. El nuevo consejero de Salud, Manel Balcells, anunció que su departamento dispondrá de 1.000 millones más en las próximos cuentas en un momento de incertidumbre tras la salida de Junts del Gobierno autonómico.
En cualquier caso, los sanitarios insisten en que si no se llevan a cabo las transformaciones necesarias, se pondrá en riesgo la continuidad del sistema "tal y como lo habíamos conocido". Una vez el sindicato de médicos concrete los detalles de las movilizaciones, abrirá la puerta al tercer gran conflicto en la sanidad pública catalana en los últimos cuatro años.