Trucos para evitar caer en el consumismo del Black Friday

Fechas como el Black Friday fueron inventadas para incentivar el consumo. Aunque su origen es americano, con el paso de los años se extendió por casi todo el planeta con éxito. La idea de este día no es otra que rebajar ciertos productos populares durante unas determinadas horas.

El objetivo de los comerciantes es vender más y el de los consumidores ahorrarse un dinero gracias a los descuentos y promociones. Sin embargo, la satisfacción de comprar algo muy rebajado a veces nubla la razón. ¿Cómo detener ese impulso que lleva a la gente a adquirir cosas simplemente porque están baratas?

Las denominadas compras responsables son aquellas que se efectúan teniendo en cuenta que los artículos adquiridos sean realmente necesarios. Para no caer en las tentaciones ilógicas de las compras en el Black Friday, es importante seguir estos consejos.

Escaparate Black Friday / PIXABAY

Hacer una lista unas semanas antes

Uno de los trucos de las empresas para apelar al lado más emocional es que el consumidor no se piense mucho las cosas. Si este actúa por impulsos, es muy posible que acabe comprando de más. Por tanto, el sencillo gesto de navegar por la web el día del Black Friday para ver ofertas puede hacer caer al usuario en la trampa del consumismo desbocado.

Si unas semanas antes el consumidor hace una lista de los artículos que necesita, ese día solo tendrá que ir directamente hacia sus objetivos.

Aprovechar para adelantar las compras de Navidad

Mucha gente disfruta comprando, por lo que no quiere dejar de hacerlo. Adelantar las compras de fechas especiales, como la Navidad, es una manera de comprar con cabeza.

En los días previos a las fiestas navideñas, los productos aumentan de precio, mientras que las compras del Black Friday se abaratan. Por la tanto, es una forma de ahorrar comprando.

Compras ecológicas y locales

Una compra responsable no tiene que significar menos cantidad o calidad. De hecho, hay negocios que se toman muy en serio aspectos como el medioambiente o la mejora de la sociedad donde operan.

Es un buen momento para apostar por estos artículos que tienen esos beneficios. Por ejemplo, en el caso de aquellos con la etiqueta "eco", su compra significa un apoyo explícito al medioambiente. Otros utilizan materiales reciclados o llevan a cabo una producción menos contaminante.

Para los negocios locales o de comercio justo, cada venta es una victoria y un paso más allá para lograr objetivos éticos. Además, estos artículos no tienen nada que envidiar, en cuanto a calidad, a los que se realizan en masa. Al contrario, en muchos casos son únicos, hechos a mano o con materiales alejados del plástico o los procesos contaminantes.

Dejar las emociones a un lado

Para muchas personas, las compras compulsivas se pueden convertir en una adicción. En algunas ocasiones, se empieza por querer tapar ciertas emociones, como la tristeza. Si bien está demostrado que estas compras generan dopamina (la hormona del placer), hay gente que pierde el control.

Sentimientos negativos o sensaciones de aburrimiento, cansancio o tristeza provocan en la persona una tendencia a la huida mental. Pararse a pensar un momento y analizar lo que se está sintiendo es una forma de detener este peligroso hábito. Lo cierto es que la dopamina solo dura unas horas en el cuerpo, el efecto se pasa y deja a la persona con una sensación de vacío mayor.

Una compradora pasa ante un escaparate en Black Friday / EFE

Comparar precios

No todas las empresas actúan de forma correcta el día de las compras del Black Friday. Ya se sabe que muchas suben el precio unos días antes para bajarlo después. Por eso no hay que basar la decisión de comprar solo en la rebaja. Echar un vistazo por la web, unos días o semanas antes, y comparar después es un excelente ejercicio para calibrar si el descuento es real o se trata solo de un engaño.

Quizás este no sea tan grande como quieren hacer ver o incluso no exista tal rebaja. Esta sensación de fraude rebajará el exceso consumista.

Las compras del Black Friday no han de nublar la razón. Actuar de forma responsable, no fijarse tanto en la rebaja del producto y analizar si realmente se necesita dicho artículo son tres factores fundamentales para aprovechar bien este tipo de fechas.