Una mujer reclama a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de Cataluña que le devuelva a sus hijas de 6 y 9 años después de que se las quitase por desamparo preventivo hace cinco meses.

La madre de las menores, la ciudadana rusa Elena Lang, niega todos los motivos que aduce la DGAIA para haberle retirado la tutela, entre ellos desamparo y desatención. Asimismo, exige que las niñas permanezcan en España junto a ella y no se les repatríe a Suiza, donde reside el padre.

En peligro, según la DGAIA

El pasado 17 de junio, ha explicado Lang a algunos medios, recibió una llamada telefónica en la que se le advertía de que no era necesario que fuese a buscar a sus hijas a la escuela privada adonde iban en Canet de Mar (Barcelona), porque estaban ya bajo la tutela de la DGAIA.



En su resolución de desamparo preventivo e ingreso cautelar en un centro residencial de las dos menores, la DGAIA informa de que el equipo técnico de profesionales ha valorado que "las niñas podrían encontrarse en una grave situación de peligro que podría atentar contra su integridad".

Desconocidos y redes sociales

Se alerta de una "posible exposición de las menores a hombres desconocidos, presuntamente no de su entorno familiar y de una falta importante de vinculación de la madre con las niñas". De hecho, sostiene la DGAIA que una de las menores tiene una cuenta de Instagram donde la siguen adultos y sale con el uniforme de la escuela y un número de teléfono.

"La escuela se reunió con la madre para informarla del peligro de las redes con 9 años y ésta no mostró preocupación", si bien, al día siguiente la cuenta apareció como privada, dice también el escrito.

Descuidadas

Según el escrito de la DGAIA, las niñas van sucias, llegan tarde a la escuela y en muchas ocasiones ni siquiera van, algo que la madre desmiente categóricamente.

Por otra parte, sostiene el informe, las dos niñas hablan de temas sexuales "inadecuados" y hacen dibujos con connotaciones sexuales. Además, se han podido constatar hasta seis cambios de domicilio y escolarización, con inscripciones paralelas en algunos de los centros y sin que en ninguno de ellos se tenga constancia de quién es el padre de las niñas.

Sin pruebas

La mujer ha aportado un escrito de los Mossos d'Esquadra en el que se dice que no se ha detectado ningún acto, omisión o indicios que puedan probar firmemente la presunta comisión de delitos que puedan afectar a las menores. Lang denuncia que no se las han dejado ver en tres meses y ahora las ve una hora a la semana en un punto de encuentro. Además, insiste en que no están bien alimentadas y que presentan morados por agresiones de otros niños del centro en el que están ingresadas.

Fuentes de la DGAIA, por su parte, concluyen que "no hay forma" de que la madre colabore, por lo que han instado al traslado de las menores a Suiza, donde tienen a su padre y más familiares, mediante una repatriación.