La “experiencia sofisticada y sensual” que agota las entradas a diez euros en Ciutat Vella
Los organizadores de PicarX niegan que el evento sea una orgía, aunque animan a los asistentes a "abrir la mente" y desprenderse de su ropa
5 noviembre, 2022 00:00La Ciutat Vella de Barcelona se convertirá este sábado en el escenario de PicarX, una experiencia hedonista que invita a los asistentes a disfrutar de la “utopía deformada del placer y el juego” y que evoca a Instinto, la serie erótica de Movistar Plus protagonizada por Mario Casas.
En un lugar secreto, que será revelado 12 horas antes del inicio de la fiesta para aquellos que se hayan hecho con las entradas, se reunirán alrededor de 80 personas a las que los organizadores invitan a romper los constructos y estigmas sociales y a explorar los sentidos para disfrutar al máximo de una experiencia a la que se niegan a catalogar como “orgía”.
‘Dress to impress’
“Nunca hemos hablado de orgía”, expresa molesta una de las organizadoras del evento consultada por Crónica Global, que prefiere definir el encuentro como una “experiencia sofisticada y sensual”. Pese al uso de este eufemismo, desde la organización confirman que “mucha gente” se ha puesto en contacto con ellos creyendo que se trata de una bacanal.
De hecho, el vídeo promocional publicado desde la cuenta de Instagram de PicarX es una alegoría a la sexualidad. Las fotografías compartidas por usuarios y organizadores también muestran varios conjuntos sugerentes de lencería, que encajan en el código de vestimenta elegido para la ocasión, dress to impress.
‘No mask, no entry’
“¿Qué dudas han generado el vídeo y los instastories?”, preguntan desde la organización, que niegan la mayor y se muestran reacios a ofrecer más detalles sobre la performance y el perfil de los asistentes hasta “una vez pasado el evento”.
Sin embargo, en la web se pueden conocer más detalles sobre esta fiesta. Entre las condiciones se hace especial hincapié en la privacidad de los clientes. A pesar de que podrán desprenderse de varias prendas en el guardarropa, será obligatorio cubrirse el rostro. “Sin máscara no hay entrada”, anuncian. También se prohíbe fotografiar o filmar en el interior: “Cualquier información sobre las actividades de la fiesta y asistentes se considera confidencial”.
Las reglas están para romperlas
En el código de conducta que los participantes deben aceptar para participar en la fiesta liberal, que ha agotado la primera tanda de entradas a 10 euros, se ensalza “la libertad de expresión y el hedonismo”.
Durante cinco horas los asistentes podrán "abrir su mente" y poner a prueba sus sentidos, "conectando" con otros o "disfrutando de la individualidad". “Odiamos las normas que disminuyen nuestros derecho a expresarnos y somos unos fieles defensores de que algunas reglas están para romperse”, anuncian, dejando entrever que los límites los pondrán los propios asistentes.