Este viernes ha declarado en la Audiencia de Barcelona el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, acusado de los delitos de corrupción en los negocios y estafa en el fichaje del jugador brasileño Neymar Jr. El expresidente ha expresado que adelantaron la llegada del delantero al club blaugrana un año porque Tito Vilanova lo pidió.
Rosell ha recordado que después de que en 2011 el Barça firmara un contrato de 40 millones de euros “en concepto de arras” para tener un derecho prioritario sobre el fichaje de Neymar Jr. en 2014 --cuado quedaba liberado del Santos-- y para mantener las negociaciones en secreto, en 2013 el que en aquel momento era entrenador del equipo, Tito Vilanova, pidió que adelantaran la llegada del brasileño.
El responsable fue Tito
Esa temporada los de Tito Vilanova, que acababa de sufrir una recaída en su enfermedad, venían de cerrar una temporada con 100 puntos en su casilla. Durante un viaje a Nueva York junto a Josep Maria Bartomeu para interesarse por su estado de salud, ha expresado Rosell, el entrenador les advirtió de que venían “de una dinámica ganadora” y que para mantener el ritmo, expresó "le encantaría adelantar la llegada de Neymar Jr. a ese mismo año”.”Tito Vilanova fue un profesional hasta que nos dejó. Vivía, soñaba y moría por el Barça”, ha expresado Rosell para remarcar que se fiaban plenamente de su criterio como técnico.
“Como todo el mundo sabe, las ligas en el hemisferio Sur están partidas al revés que las nuestras, por lo que moviendo el fichaje de 2014 a 2013 tanto solo se adelantaba el contrato seis meses”. Sandro Rosell ha expresado que, si hubiesen esperado a 2014, “no estaríamos como estamos y este fondo buitre hubiese cobrado cero, pero como le hicimos caso al entrenador, lo adelantamos".
El nagociador fue Sanllehí
Durante su declaración, en la que ha respondido a todas las partes menos a la acusación, el expresidente del Barça ha expresado que durante las negociaciones previas al fichaje del delantero su participación se limitó únicamente a “fijar los límites económicos de las transacciones”, pero quien llevaba la voz cantante era Raúl Sanllehí. Ha subrayado que el Barça funciona como "una gran empresa" y que tiene todo un ejército de asesores que se encargan de la parte jurídica. “Tenemos a muchos profesionales trabajando y me parece bestial pensar que los presidentes nos dedicamos a hacer contratos”.
Rosell ha declarado que se reunió personalmente con el padre una única vez en Miami, coincidiendo que se encontraba allí de vacaciones. Lo hizo para dar credibilidad a las ofertas que habían llegado a oídos del padre del jugador, que empezaba a despuntar en el Santos y a atraer la mirada de diversos clubes de todo el mundo. “El presidente es el que tiene que decir: ‘Oye que es verdad', porque hay gente que va creciendo como setas durante las negociaciones”. Fue, según él, una reunión de cortesía, en la que le trasladó al padre que el Barça era el club indicado para que su hijo diera el anhelado el salto a Europa.
"Bartomeu firmó por protocolo"
Sobre el contrato del 31 de mayo de 2013, cuando se produjo la transferencia de Neymar al Barça y por la que el Barça pagó al Santos 17,1 millones de euros, Rosell ha asegurado que no participó directamente en la negociación del precio pero que sí fue él el que fijó el máximo a través de un asesor. Sobre el hecho de que el club blaugrana pagara más de lo inicialmente acordado, Rosell ha expresado que su valor había aumentado, algo habitual en el mundo del fútbol. “El jugador valía muchísimo más y tenía ofertas de todos los equipos del mundo. A nivel de márketing el valor había aumentado. Todo lo que él llevaba subía su precio. Era el mercado”. Además, ha negado tener conocimiento en aquel entonces de que el DIS tuviera el 40% de los derechos del futbolista. "No los conocíamos, ahora sí", ha bromeado.
En su declaración ante el tribunal Rosell ha reiterado que Bartomeu no participó en ninguna de las negociaciones y ha apostillado que si su firma aparece en uno de los contratos es solo porque él mismo desarrolló un “código ético que incluía un protocolo de firmas en el que se exigía que todos los contratos estuvieran firmados, al menos, por dos miembros de la junta directiva”. Por eso, ha dicho, “él firmaba solo por una cuestión de protocolo”. Así lo han confirmado también las testificales llevadas a cabo hasta el momento. Por eso, la fiscalía pide la absolución para Bartomeu al entender que, pese a firmar los contratos presuntamente fraudulentos para fichar al delantero del Santos entre 2011 y 2013, no formó parte activa de las negociaciones. Sin embargo, el Ministerio Fiscal solicita 5 años de prisión y 10 millones de euros de multa para Rosell por los delitos de corrupción en los negocios y estafa en el fichaje del internacional brasileño.