Las mossas cuestionan las cuotas con las que el Govern justifica el cese de Estela
La vicepresidenta del sindicato USPAC denuncia que la reserva de plazas para mujeres supone un "estigma" para las agentes que promocionan por su valía y por méritos propios
20 octubre, 2022 00:00La reserva de plazas para mujeres en los concursos de promoción interna de los Mossos d’Esquadra ha generado una oleada de críticas dentro del cuerpo policial autonómico, también entre las agentes que, en teoría, deberían verse beneficiadas con la implementación de la medida. De hecho, este intento de feminizar la organización ha sido una de las justificaciones para la destitución fulminante del hasta ahora jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, después de que rechazara designar cuatro de las seis plazas de comisarios a mujeres.
Desde el sindicato USPAC, el único que no rubricó el Plan de Igualdad de la policía catalana aprobado en enero y que, además, llevó a un juzgado contencioso los ascensos a las categorías de intendente e inspector por las cuotas de un 25% para mujeres, aclaran que la promoción de comisarios, al ser de designación política, no estaba sujeta a estos cupos. Aun así, desde Interior se decidió que cuatro de las seis plazas las ocuparan mujeres.
“Estigmatiza a las mujeres”
En este caso, USPAC recuerda que de las 36 solicitudes para comisario, 31 eran de hombres y solo cinco de mujeres. Del total de intendentes que se presentaron, 12 obtuvieron la máxima puntuación, entre los que había cuatro mujeres. El detonante que motivó el cese del jefe de Mossos fue que este propuso a cuatro hombres y a dos mujeres. "Esto no es un mercadeo, te lo tienes que creer", respondieron desde Interior. Finalmente, las cuatro mossas fueron seleccionadas (el 80% de las candidatas), frente a dos mossos (un 6% de los que se postularon).
La vicepresidenta del sindicato, Montserrat Blanch, lamenta que con este movimiento el Departament de Interior coloca, de nuevo, bajo lupa a las mujeres, que se ven obligadas a justificar su valía para ocupar puestos de relevancia. “El sistema de cuotas crea un estigma”, denuncia. “Lo que queremos es que se reconozca nuestro mérito y nuestra capacidad”.
Promoción territorializada
Para acabar con la desigualdad en los concursos de promoción interna de Mossos entre hombres y mujeres, el sindicato propuso una solución que fue aprobada hace unos meses y que entrará en vigor en la próxima promoción de ascenso prevista para finales de año. Hasta la fecha el principal problema, expresa Blanch, es que las mujeres --que siguen soportando el mayor peso del cuidado de hijos y padres-- decidían no promocionar por temor a ser trasladadas a otra región policial. “Teníamos que hacer las Américas. Por eso muchas, a pesar de tener la formación suficiente, decidíamos no postularnos para no arriesgarnos a ser trasladadas lejos de casa”, aclara. Cabe destacar que aunque solo el 21,2% de los mossos son mujeres, el 43% tiene una titulación superior frente al 29% de los hombres.
Por eso, desde USPAC pedían una promoción territorializada, que permitiera a los agentes permanecer en una región concreta, un hecho que favorecería tanto a hombres como a mujeres, pero que animaría especialmente a estas últimas a dar un paso al frente y aspirar a ocupar un puesto superior. Tras conseguir esta medida, que consideran “justa y equitativa para todos”, desde el sindicato critican que Interior haya continuado adelante con la imposición del sistema de cuotas.
Reducciones de jornada
“Estamos totalmente en contra. Se nos tira a los pies de los caballos y se nos cuestiona una vez más”, denuncia Blanch, que aclara que comparte este sentimiento con muchas compañeras, tanto afiliadas como no, que le han trasladado su malestar con la medida. Esta decisión forma parte de un Plan de Igualdad que, aseguran, no se cumple. “La conciliación familiar no existe en los Mossos d’Esquadra”, se queja.
“No podemos flexibilizar los horarios, a excepción de unidades muy concretas que pueden teletrabajar, y se nos ponen palos en las ruedas para cambiar cuadrantes”. Por eso, expresa, la opción por la que acaban optando las mujeres, y en menor medida los hombres que tienen menores a su cargo es por la reducción de jornada laboral.
Malestar de los mandos
Aunque es la forma que muchos han encontrado para conciliar su vida familiar con el trabajo, Blanch asegura que el precio a pagar es alto. A la reducción de salario se suma el malestar de los mandos, que achacan los problemas de la falta de efectivos en algunos determinados destinos a las reducciones de jornada.
Si bien la vicepresidenta de USPAC aclara que quienes recurren a este derecho no sufren un trato discriminatorio, “algo que sería ilegal”, subrayan que puede suponer un hándicap, por ejemplo, a la hora de participar en un concurso de traslados. Esto se debe a que uno de los parámetros que puntúa a la hora de elegir un destino es el denominado PGA, un sistema de valoración en el que se exige que el agente haya trabajado un mínimo de 500 horas anuales.
El sistema de evaluación, a debate
Este sistema, que desde el sindicato tildan de “arbitrario e injusto”, toma en cuenta los últimos tres años trabajados. Aun así, “es totalmente desfavorable” no solo para las mujeres sino para quienes tienen cualquier condición médica grave. “Afecta a mujeres que tienen dos embarazos cercanos en el tiempo, que tienen una baja por embarazo de riesgo que encadenan con la de maternidad y lactancia, o incluso para aquellos enfermos oncológicos, por ejemplo”. En caso de que no lleguen a las horas mínimas exigidas, expresa, no obtienen puntos del PGA. De hecho, el sindicato ha llevado el PGA a los tribunales por considerar que perjudicó a una agente que hizo uso de su baja de maternidad y lactancia.
En la misma línea, en 2021 el Juzgado Contencioso Administrativo número 4 de Barcelona elevó a sentencia firme un fallo en el que quedó probado que los Mossos habían vulnerado los derechos de una funcionaria "por su condición como madre y por ejercer el derecho a la licencia correspondiente y a la reducción de la jornada laboral", lo que motivó "un trato discriminatorio y perjudicial en relación a los demás caporales". El juzgado considera que hubo "una discriminación por cuestión de sexo", por lo que este año se emitió un requerimiento en materia de prevención de riesgos laborales a la Generalitat de Cataluña "dada la ausencia de evaluación de riesgos psicosociales". El juzgado considera que desde la Administración Pública "no se adoptaron las medidas adecuadas y necesarias" para evitar un trato discriminatorio y perjudicial hacia la agente por intentar conciliar su vida profesional y familiar.
¿La próxima jefa de Mossos, una mujer?
“El Plan de Igualdad no deja de ser un catálogo de buenas intenciones” y la cuota femenina, un parche que enmascara otras prioridades para mejorar las condiciones de las mujeres en el cuerpo. Mientras tanto, el Govern sigue “empecinado en feminizar” la institución con este sistema, un hecho que enfada a los mandos operativos y a parte de las agentes. A pesar del rechazo de parte del colectivo, la intención del Departament de Interior tras apartar a Estela parece encaminada a que el próximo jefe de los Mossos d’Esquadra sea una mujer.