Las ambulancias del SEM, primer lío para el 'conseller' Manel Balcells

Jaume Estany (i), nuevo gerente del SEM, con el 'exconseller' de Salud Boi Ruiz en un acto anterior / CG

Lo explican fuentes del sector, que detallan que la barcelonesa Ambulancias Domingo acaba de frustrar el último intento de la empresa pública de renovar su corta flota de ambulancias, que consta de 23 unidades. La firma, que no ha contestado a las preguntas de este medio, ha sido la única interesada en aportar vehículos al grupo sanitario público en un procedimiento de imperiosa urgencia, aunque se ha hecho un lío con las ofertas y ha terminado excluida, echando el concurso al traste. 

Domingo se equivoca

Según directivos del sector, Domingo habría hecho una oferta para aportar trece ambulancias tipo C (UVI móviles) a Emergencias de Cataluña, pero se habría equivocado con las tarifas y ha terminado excluida, tal y como consigna el portal de contratación de la Generalitat en este enlace anonimizado. 

Ello, indican desde el sector, es "relativamente habitual" en los procesos de adjudicación del transporte sanitario. Pero hay una diferencia. Ambulancias Domingo ya fue el proveedor del SEM en el pasado, como explicó este medio, y no sin polémica, por lo que su desliz gana enjundia. 

Dos procedimientos, parados

Un segundo elemento añade relevancia al embrollo de las ambulancias. La pifia en el contrato de emergencia de Domingo se suma a dos intentos anteriores de renovación que han quedado en nada. Negro sobre blanco, el SEM pretendía renovar sus ambulancias en dos licitaciones. La primera de ella acabó recurrida por BBVA porque se excluyó al grupo financiero como licitador. 

El recurso al Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP) echó al traste con las previsiones del ente adscrito al CatSalut. Tras ello, el SEM aprobó lanzar la segunda licitación en primavera, pero la paró este mismo verano por la situación del sector de la automoción, que ha visto como la crisis de los componentes y la guerra en Ucrania empujaban al alza los precios de la industria. Por ello, Emergencias paró también el segundo proceso y lo tuvo que volver a empezar. 

La ley obliga a renovarlas

Por si no fuera suficiente, el organismo que pilota el doctor Jaume Estany se enfrenta a una carrera contra el calendario. El reglamento de la Ley de Transportes Terrestres (LOTT) establece que los vehículos de transporte sanitario tendrán una vida útil de 10 años desde su matriculación. Pues bien, los 23 vehículos del SEM la agotarán en enero de 2023. 

Efectivos del SEM atienden a un joven atropellado en Barcelona / EUROPA PRESS

Así, Emergencias se enfrenta a la cuenta atrás de tener que renovar su flota a contrarreloj, y al hecho de que le ha sido imposible hacerlo tras lanzar hasta tres procedimientos distintos de contratación. 

Pelota al equipo del 'conseller' Balcells

Esta gestión mejorable es una herencia del equipo anterior del Departamento de Salud, que comandaba el doctor Josep Maria Argimon (Junts). Con la salida de los neoconvergentes del Govern, el embrollo de las ambulancias del SEM recala en el despacho del nuevo conseller, Manel Balcells, nombrado por ERC. Será el equipo del también especialista en Medicina del Deporte el que tendrá que resolver un entuerto que él no creó. 

Esto y el hecho de que Emergencias de Cataluña vive en la interinidad más absoluta tras el paso de varios gerentes. El último, Jaume Estany, que sustituyó al polémico Antoni Encinas. Pero la capa de alta dirección del SEM --que solo compone su gerente-- ha sido en la última década una posición cuanto menos inestable. 

Nubarrones a la vista: el concurso de externas

Este galimatías en el SEM tiene lugar pese a que Emergencias gestiona una flota de vehículos teóricamente pequeña si se la compara a la de las adjudicatarias con más portafolio en Cataluña, que son Falck y Ambulancias Egara. Y alimenta las reticencias de un sector que ve con escepticismo la ponencia sobre internalización del transporte sanitario, un movimiento que alimentan, sobre todo, CGT y CUP. 

Sea como fuere, el lío en la calle Motors de L'Hospitalet de Llobregat --que pasará a Bellvitge cuando termine la nueva sede-- quedará en nada cuando se lance el próximo concurso de ambulancias de Cataluña, previsto para 2025. El anterior, fallado en 2015, movió cerca de 1.000 millones de euros y terminó en una guerra entre operadores, denuncias a la Fiscalía, el asalto del sector por parte de directivos que nada tenían que ver con el mismo y el hundimiento de una de las adjudicatarias, Ambulancias Lafuente, en circunstancias que solo este medio aclaró. La próxima batalla por la contrata pública tendrá la misma intensidad, alertan desde la industria.