Las claves para liderar(se): más que una simple buena actitud
¿Todos podemos liderar o son sólo unos pocos los elegidos? ¿Es la imposible conciliación un impedimento para autoliderarse de forma exitosa? Hablamos sobre ello
12 octubre, 2022 00:00Ríos de tinta han corrido sobre cómo alcanzar un óptimo liderazgo. Centenares de manuales y libros de autoayuda han intentado dar con la clave, unos con más éxito que otros. Sin embargo, en lo que todos coinciden es en que es difícil liderar con éxito a otros si previamente no has conseguido autoliderazgo.
Agustín Peralt, experto en organización y efectividad personal, asesora a empresas y grandes multinacionales para mejorar la efectividad entre directivos y profesionales de todos los niveles. Pero ¿todos podemos liderar o son sólo unos pocos los elegidos? ¿Es la imposible conciliación un impedimento para autoliderarse de forma exitosa?
Una actitud optimista es insuficiente
“El concepto de autoliderazgo es doble: actitudinal, es decir, asumir la responsabilidad individual en situaciones de complejidad, y de actitud”, señala el experto. Pese a que destaca una mejora en la actitud de la gente de un tiempo para aquí, no sólo vale con ser optimistas y pensar lo lograré, yo puedo, yo deseo, también hay una cuestión de habilidad.
Una vez se asume la responsabilidad individual, “debo ser capaz de hacerlo de una manera eficiente y eficaz”. Para ello, considera fundamental no caer en el victimismo “o en el asiento del copiloto, donde yo no tengo poder para influir”..
La conciliación, el gran escollo para las mujeres
La conciliación parece ser, sin embargo, un gran escollo para una gran parte de las mujeres, que no logran llegar, a diferencia de los hombres, a puestos de alta dirección. Según el Informe Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF) 2020, sólo un 18 % de las firmas en el mundo tiene a una mujer en la alta dirección.
“La mujer sigue teniendo un rol mucho más activo en el liderazgo del hogar, la casa y la familia y esto, al final, le complica mucho la vida”, subraya. Peralt cree que la sobrecarga de liderar trabajo y hogar tiene como resultado consecuencias nefastas. “Te olvidas de ti misma y esto supone al final un deterioro silencioso y progresivo que hace que no sea tu mejor versión la que va a trabajar, sino una versión deteriorada porque no te cuidas tú”, lamenta.
La buena profesional --indica el autor de Método Fase-- debe garantizar que tiene un equilibrio entre lo que es: el trabajo, la casa y ella misma o, tarde o temprano, esto le pasará factura. Y las consecuencias se darán tanto en su capacidad para brindar resultados en el trabajo y en casa.
Proceso de aprendizaje
Lograr una gran mejora en la eficacia es posible siempre y cuando uno pase por un proceso de aprender realmente cuáles son las claves de la efectividad personal. “Es irónico, hemos dedicado cientos de horas a estudiar idiomas, carreras, especialidades. Y luego analizamos cuánto tiempo hemos invertido en aprender una metodología de organización personal y es muy poco tiempo”, sostiene este coaching ejecutivo, que recalca también el pecado capital de la organización personal.
“Dedicamos muchas horas a quejarnos de lo mal que vamos de tiempo, pero pocas horas a pasar por un proceso de observación y de identificación de temas que son necesariamente mejorables”, relatan.
Detectar y eliminar malos hábitos
Una vez hemos identificado lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, hay un proceso de transformación, de eliminar malos hábitos “como pueden ser la compulsividad con respecto al email, el perfeccionismo en temas que no debería o no saber decir que no”, detalla este asesor de empresas. Esto se debe ejecutar de forma paralela al establecimiento de buenas rutinas como priorizar con una base mensual, planificar las semanas o disponer de una sistemática de seguimiento del equipo reglada en el tiempo.
“Todo ello, por supuesto, teniendo en cuenta cosas que a veces nos cuesta identificar, como el cuidado de nuestra energía física, emocional, cognitiva y colectiva”, recomienda Agustín Peralt. Remarca que esto resulta fundamental para poder ser una persona efectiva. “Hay que aprender y seguir un proceso de autoanálisis, cambio y afianzar esos nuevos hábitos que te llevan a ser productivo”, concluye.