El fin del tabaco en las terrazas aflora las discrepancias en el sector de la hostelería

El anuncio del conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, de prohibir el tabaco en las terrazas --además de entornos escolares y paradas de transporte público-- ha vislumbrado las discrepancias entre las partes afectadas del sector de la hostelería y restauración.

Mientras que la mayoría se ha rebelado contra la Generalitat no solo por la "forma precipitada" en la que lo ha explicado --en una entrevista en TV3--, sino también por hacerlo en un "mal momento" económico, hay quienes lo celebran por el bien de la "salud pública". Es el caso de CCOO, que se desmarca del Gremio de Restauración de Barcelona, de otras asociaciones de hosteleros --como la de Girona--, de otros sindicatos --como UGT-- y de otros sectores como el del ocio nocturno. 

Roger Pallarols, presidente del Gremi de Restauració de Barcelona / CG

CCOO se desmarca

Se tiene que apostar por la salud. Es la valoración del responsable del sector de la hostelería de CCOO en Cataluña, Paco Galván, que valora "de forma positiva" el anuncio de Argimon al considerar que la salud "debe ser una prioridad". En este sentido, el portavoz recuerda que el humo del tabaco "no solo afecta a los clientes, sino a los propios trabajadores que están expuestos todo el día a ser fumadores pasivos". De hecho, esta es una de las justificaciones del conseller para prohibir la que es la principal causa de muerte prematura en Cataluña, España en su conjunto y Europa. 

No obstante, desde CCOO reconocen que la medida acarreará consecuencias económicas para los hosteleros, por lo que reclaman al Govern que inicie el "diálogo" con el Gremio de Restauración y las patronales para llegar a un consenso. De esta manera, "se podrían alcanzar fórmulas para atenuar el impacto económico".

"Los camareros no son policías"

Donde sí se muestran contundentes es en la responsabilidad que debe tener el trabajador para exigir a los clientes que cumplan la futura norma: "Los camareros no son policías, por lo que no deben exponerse a según qué situaciones", explica Galván, que reconoce que, durante el Covid, han aumentado las "amenazas verbales y físicas" hacia los empleados por el hecho de pedirle a un cliente que, por ejemplo, se ponga la mascarilla o apague el cigarro.  

Pero no es la primera vez que este sindicato se posiciona distinto al resto. Se vio el pasado martes, cuando UGT y Confecat firmaron el acuerdo de convenio colectivo del sector de la hostelería de Cataluña, que afecta a unos 125.000 trabajadores. El documento recoge una subida del salario de un 4% este año, un 3% en 2023 y de un 2% en 2024, pero CCOO no firmó alegando que no incluye una revisión salarial y que "no mejora la conciliación entre la vida familiar y laboral". 

Menos consumo e ingresos

El desmarque de CCOO ha sorprendido al resto de afectados, teniendo en cuenta que prohibir el tabaco en las terrazas llevará a que muchas personas que antes consumían en el exterior dejen de hacerlo, lo que se traduzca en un menor consumo y, por tanto, menos ingresos. "La decisión supondrá un perjuicio para los trabajadores, que podrían ver reducirse las plantillas", avisa Igor Abascal, secretario de hostelería y restauración de UGT Cataluña. Ello en un contexto de crisis económica y con la inflación por las nubes, recuerda. 

Está de acuerdo en que el tabaco es "nocivo" para todos, incluidos los empleados, pero "como otras muchas cosas". "Una cosa no tiene nada que ver con la otra", ha apostillado. Y recuerda que el sector de la restauración se estaba recuperando ahora de las consecuencias del Covid. Por eso, exige a la Generalitat encontrar una "solución" consensuada que no vaya en detrimento del sector. "Como padre, entiendo que se prohíba fumar en las entradas de los colegios, pero en el caso de la hostelería es más delicado porque tiene que ver con el dinero de las familias", ha añadido Abascal. 

Imagen de un camarero trasladando una terraza en Las Ramblas / CG

Reclaman diálogo

En la misma línea se ha expresado el portavoz del colectivo Soho Gràcia, Alberto Barros, quien lamenta "tanta regulación". "Cada vez vamos a peor, porque toda la normativa que anuncian siempre es en detrimento de la empresa y del trabajador". En este sentido, apuesta por que cada establecimiento tenga libertad para decidir lo que quiere para su clientela: "Si vas a una terraza y te molesta que el de al lado esté fumando, tienes dos opciones: o te levantas y te vas, o se lo dices". 

Así pues, si algo ha demostrado esta decisión de Argimon es que el sector no se pone de acuerdo en si se debe priorizar la economía o la salud pública. Y es que los hosteleros se juegan mucho. Solo en Barcelona, el Gremio de Restauración contabiliza que el sector da trabajo a más de 80.000 personas. Pero sí coinciden en algo, añaden desde Confecat: el Govern debe hablar con todas las partes si quiere traducir este anuncio en una buena ley.