La mafia okupa eleva la violencia en los pisos de Manresa

"La escalera está llena de sangre". Es la última sorpresa desagradable que se ha encontrado la propiedad de Jorbetes 4 en su vía crucis para echar a los okupas de su edificio, tomado por una mafia que consiguió burlar las alarmas, tal y como avanzó Crónica Global.

"Hay conflictos entre ellos", señala J. A., uno de los propietarios. Indica que entre los presuntos usurpadores que entraron en este edificio de Manresa (Barcelona) "hay un par de parejas con niños pequeños". Asegura que están allí porque una mafia se apropió de las viviendas por la fuerza y las comercializó de forma ilícita a las familias que actualmente habitan los cinco inmuebles afectados.

Viviendas tomadas por una mafia okupa en la calle Jorbetes de Manresa / CEDIDA

Amenazas y un cuchillo

J.A. explica lo que ocurrió la noche que se okuparon los pisos . "La Urbana y los Mossos estaban ahí y no echaron a nadie porque decían que había niños y era de noche". Los propietarios regresaron al día siguiente: "Intentamos entrar y salió un tipo con un cuchillo en la mano".

La escena que vivieron los propietarios, su abogado y la empresa de desokupación fue tensa- "Empezaron a llegar los de la mafia, llegaron 10 o 15 tíos amenazando", relata. Finalmente, las unidades de Mossos que se desplazaron de nuevo hasta el edificio desestimaron el desalojo por la presencia de niños. El caso continúa en los juzgados.

Las viviendas tomadas por una mafia okupa en la calle Jorbetes de Manresa / CEDIDA

"Un okupa quería denunciar"

El dueño lamenta que se hayan okupado unos apartamentos reformados, con acabados de lujo. Señala que se trata de unidades dotadas con duchas de hidromasaje, aire acondicionado, agua caliente, luces LED, vitrocerámica y campana. Para algunos de los ocupantes no es suficiente, que ya han elevado la petición de que la propiedad les adecue mejor los inmuebles. "Decían que teníamos que hacer una reparación del sistema de agua, unas goteras", señala. 

Otro de ellos llegó a intentar poner una denuncia. Fue en un segundo intento de okupación en las viviendas de la misma escalera que se han librado hasta ahora de las mafias. "Un tipo que estaba dentro nos dijo que le había vendido las llaves uno de los okupas", indica J. A, que tacha el caso de "surrealista".

"Quería denunciar porque se sentía estafado, ya que no había conseguido su piso y dijo a los Mossos que quería interponer la denuncia". Finalmente, fue desalojado. Su deseo, por ahora, se ha plasmado en una simple indignación.