Fiscalía investiga al Hospital de Calella por una niña que acabó en coma
El Ministerio Público examina el caso de E., la pequeña de cuatro años que fue enviada a casa y acabó operada a vida o muerte y pasando 15 días en la UCI de Sant Joan de Déu
7 septiembre, 2022 00:00La Fiscalía de Barcelona investiga al Hospital de Calella por un presunto error médico que casi le cuesta la vida a una niña de cuatro años. El Ministerio Público examina el caso de E., la pequeña que pasó 15 días en coma inducido en Sant Joan de Déu tras ser enviada a casa por médicos de Urgencias de Calella, donde no le detectaron una infección grave.
Según ha informado la Fiscalía de área de Mataró, que depende de la oficina provincial, se han incoado diligencias de investigación con "la finalidad de esclarecer lo ocurrido" tras recibir la denuncia de la madre de la pequeña, vehiculada por El Defensor del Paciente. Desde la oficina recuerdan el carácter "reservado" de las pesquisas contra la ciudad asistencial comarcal, cuyo consorcio preside Joan Guix, exsecretario de Salud Pública.
Precedentes en 2011 y 2017
Este medio ha contactado con la Corporació de Salut del Maresme i la Selva, que rige el Hospital de Calella. Una portavoz del consorcio ha recordado que el caso de E. se encuentra en proceso de "reclamación" en el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), por lo que no pueden aportar información al respecto.
Las pesquisas de Fiscalía contra el centro sanitario no son nuevas. Ya estuvo en el foco del Ministerio Público en 2011, cuando el juzgado de Arenys de Mar imputó a cuatro médicos, una comadrona y una enfermera por el fallecimiento de una niña recién nacida poco después de practicarle una cesárea a la madre. La familia denunció entonces que los médicos habían tratado de seguir un parto natural --el alumbramiento duró 15 horas--, pese a que los informes sanitarios lo desaconsejaban.
Asimismo, en 2017 y como explicó este medio, el mismo juzgado citó a declarar a una enfermera por la muerte de otro bebé por una infección. El caso terminó con una compensación de 100.000 euros a la madre por la mala praxis.
El caso del bebé de Vall d'Hebron
En el carril administrativo, el Síndic de Greuges también mandó un correctivo al Hospital de Calella por el trato a un tercer bebé. En 2019, el defensor del pueblo autonómico concluyó que el servicio de Urgencias descartó indicios de maltrato a un menor de apenas dos años de edad que atendieron.
Los médicos, alertó entonces el síndic Rafael Ribó, "minimizaron" los signos de que el pequeño había sido golpeado por su padre. Un mes después, el mismo paciente ingresó en la UCI del Hospital Vall d'Hebron por una causa análoga. Falleció. La oficina del Síndic subrayó en su informe que la alerta de maltrato que existía fue "descartada internamente" por Urgencias del Hospital de Calella, la misma unidad que cometió el presunto error médico con E..
La enviaron a casa pese al análisis "alterado"
Esta supuesta negligencia médica se investiga por dos vías. Por un lado, Fiscalía analizará el caso para saber si hay mimbres de delito. Por otro, el CatSalut tramita la reclamación de la familia. La controversia se centra en el diagnóstico que hicieron los médicos de la pequeña E. el 21 de octubre de 2021, cuando ésta acudió con sus padres al Hospital de Calella con fiebre y el cuello "muy ladeado".
Los sanitarios de Urgencias la examinaron e hicieron un análisis y, aunque el test salió "muy alterado", la enviaron a casa para que se repitiera la prueba al día siguiente. Esa madrugada, la madre la llevó al Hospital Sant Joan de Déu, el reconocido maternoinfantil de Esplugues de Llobregat, porque la fiebre no bajaba y el dolor iba a más.
Pasó 15 días en coma
Allí, el equipo tuvo que operar a la niña de forma muy urgente por un absceso retrofaríngeo. Es decir, una infección en la parte posterior de la garganta que puede causar la muerte y que explicaría la torcedura del cuello. La menor sobrevivió a la intervención quirúrgica a vida o muerte (los sanitarios llegaron a decir a los padres que se despidieran de la pequeña), aunque pasó 15 días en coma inducido en cuidados intensivos del hospital concertado. Asimismo, cuando se encontraba en la UCI desarrolló neumonía, lo que puso de nuevo en peligro su vida por segunda vez. Pero el final de la historia es feliz, porque la niña la consiguió superar.
La familia de la menor ha denunciado el caso por todas las vías que ha podido. Sostiene que hubo un error de diagnóstico en Calella y que es necesario dar este paso para que, de nuevo, se mande un correctivo al hospital y nadie más tenga que repetir su sufrimiento. Asimismo, sostienen que "nadie les ha llamado" un año después del suceso para dar explicaciones de qué ocurrió esa noche, a pesar de que la dirección es consciente de su malestar. Se llegó a personar a una visita rutinaria con la pequeña, pero no hizo el esfuerzo ni de explicar la presunta mala praxis que ahora la Fiscalía investiga.